Las pautas de un médico rural ante una urgencia: de un parto a un infarto

  • La Organización Médica Colegial (OMC) ha presentado hoy una guía en la que se ofrecen las pautas de actuación que deben seguir los médicos rurales, con escasos recursos técnicos y humanos, cuando se les presenta una urgencia o una situación crítica, que puede ir desde un parto precipitado a un infarto.

Madrid, 13 dic.- La Organización Médica Colegial (OMC) ha presentado hoy una guía en la que se ofrecen las pautas de actuación que deben seguir los médicos rurales, con escasos recursos técnicos y humanos, cuando se les presenta una urgencia o una situación crítica, que puede ir desde un parto precipitado a un infarto.

Con esta guía de buena práctica clínica, la 54 que lanza la OMC, los médicos tendrán más información sobre cómo solucionar una determinada urgencia o, si no pueden llegar a solucionarla definitivamente, qué pautas seguir para estabilizar al paciente con el fin de ganar tiempo y poderle derivar en óptimas condiciones al siguiente nivel asistencial.

La OMC tiende así la mano a los médicos rurales españoles, que son unos 19.000, si tenemos en cuenta poblaciones de menos de 8.000 habitantes, y 35.000 si se trata de municipios de menos de 15.000.

La guía ha sido elaborada por nueve profesionales sanitarios, algunos de los cuales, junto al presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín, han expuesto hoy sus líneas generales.

Ya desde la introducción del texto, José María Borrel anticipa una de las máximas que debe guiar la actuación de estos médicos con la expresión latina "Primum non nocere" ("lo primero es no hacer daño").

"Si no sabes qué hacer, quieto", dice el doctor, quien ha subrayado la carencia de medios de estos profesionales a los que "les toca hacer de todo".

"Nos llaman desde una picadura de un insecto hasta la de una serpiente", añade el médico Esteban Sanmartín, quien ha abogado por la necesidad de que se dé a conocer a los estudiantes este oficio porque el desconocimiento les hace a muchos rechazarlo o "tenerle miedo".

La medicina rural "se tiene que incentivar de forma económica o con méritos", porque de lo contrario, según los doctores que han elaborado la guía, no es atractiva para muchos profesionales.

Aunque hay que tener en cuenta que para ser médico rural, según Rodríguez Sendín, hay que ser de una "cierta pasta personal para moverse entre tanta variabilidad de patologías y con medios tan limitados".

No obstante, "con los pocos medios que se tienen en algunos centros de salud se hacen maravillas", según ha subrayado Enrique Capella, quien ha reclamado una formación continuada para estos médicos, que lo que tienen que hacer, fundamentalmente, según Josep Fumadó, es "escuchar y explorar" para conocer qué es lo que le pasa a su paciente.

Un enfermo cercano, vecino del pueblo, que tiene en la mayoría de los casos el teléfono móvil de su médico, como le ocurre a Fumadó quien ha recibido cuatro llamadas en este sentido durante esta rueda de prensa, en la que todos los doctores han asegurado que se sienten "muy bien considerados" por sus pacientes.

De momento, la crisis no ha afectado a la medicina rural, según Sendín, quien está convencido de que no lo hará en la calidad y atención de los profesionales que están al frente de ella, unos por vocación y otros de tránsito como trampolín para otro destino.

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