Aumentan los temblores

Pendientes de la lava: es más fluida y puede variar la dirección de las coladas

Con la rotura del cono el magma lleva saliendo con más volumen y velocidad, llegando más rápido hasta la fajana que tiene ya una dimensión de 40 campos de fútbol. 

Volcán La Palma
Volcán La Palma
EFE

Más pendientes de la lava que nunca. Desde el Comité Director del Pevolca se ha acordado reforzar los trabajos de monitorización y vigilancia tras la aparición de lavas más fluidas como consecuencia del derrumbe de parte del volcán de La Palma, que podrían dar lugar a cambios de dirección de las coladas que obligarían a tomar nuevas medidas de protección civil.

Así lo ha informado el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, quien ha explicado que el derrumbe y destrucción que se produjo a última hora de la tarde de ayer de una parte del cono volcánico ha producido un enorme aporte de lava muy fluida y un aumento "por picos" de la explosividad.

Morcuende ha señalado que la actividad eruptiva sigue siendo estromboliana con determinadas características de lavas fluidas que pueden ser de carácter hawaiano, por lo que se están monitorizando y vigilando, dado que este tipo de colada fluida podría dar lugar a algún cambio sobre la dirección de las coladas actuales.

El director técnico advirtió de que si esto finalmente llegase a ocurrir, obligaría a tomar otras medidas de protección civil para salvaguardar la seguridad de las personas que se pudieran ver afectadas por esa variación del curso de las coladas.

Por su parte, la portavoz del Comité Científico del Pevolca y directora del IGN en Canarias, María José Blanco, señaló que se ha constatado, a través de imágenes de satélites, la existencia de tubos lávicos que están facilitando el acceso rápido de la lava a cotas más bajas, pero siguiendo los cursos que ahora mismo están establecidos.

Asimismo, María José Blanco ha explicado que el mecanismo estromboliano que se está produciendo en La Palma tiene un carácter mixto y alterna y simultanea fases con la explosividad que producen los depósitos piroclásticos y también fases más efusivas que producen las coladas de lava.

A su vez, ha introducido un nuevo concepto a este fenómeno vulcanológico, como es el Índice de Explosividad Volcánica (VEI, por sus siglas en inglés), que se utiliza para cuantificar la magnitud de la explosividad de una erupción y utiliza como medida una escala que va de 0 a 8. En el caso de la erupción de La Palma, el valor asignado es de 2.

Por otro lado, informó que la colada que comenzó el pasado 1 de octubre sigue mostrando pocos signos de actividad y en estos momentos se observan varios centros activos en el interior del cráter principal y dos situados en el noroeste del lateral del cono, uno de los cuales sufrió el colapso de un lateral a las 19.45 horas de ayer.

Al romperse parte de la pared, se ha producido un derrame del material que estaba contenido, que era un lago lávico, generando una emisión de gran volumen y extensión de lava a lo largo del cono principal y arrastraba a su vez grandes bloques del cono. No se descarta la aparición de nuevos centros de emisión en el entorno del cono existente.

En la tarde de ayer se produjo un aumento de la frecuencia e intensidad de la actividad explosiva, con duraciones de varios minutos constatándose la emisión de bocas balísticas con alcance de hasta 800 metros, lo que supone dentro del radio de exclusión, lo que se ha puesto en conocimiento de los científicos y personal de emergencia que se encuentra en la zona.

En cuanto al delta lávico, que ya mide 32,7 ha, los datos de ayer arrojaban una superficie que supera las 29 ha. Continúa el penacho marino en el borde del contacto del delta de lava, produciendo nubes de vapor de agua y ácido clorhídrico que se concentra en el entorno del contacto. Asimismo, el proceso eruptivo puede mostrar episodios de incremento y disminución de la actividad estromboliana, así como pulsos de la actividad freatomagmática.

La altura de la columna de cenizas y gases medida esta mañana ha sido de 4.500 metros. Así, se prevé que el viento lleve el penacho de cenizas y el dióxido de azufre hacia el sur-suroeste del foco eruptivo. La zona más afectada por la caída de cenizas sería la vertiente sur-suroeste de la isla de La Palma. Esta disposición prevista del penacho es favorable para la operatividad de los aeropuertos canarios. La entrada de una masa de aire marítima y húmeda disminuirá la estabilidad atmosférica, favoreciendo la calidad del aire.

La sismicidad continúa como en días anteriores, manteniendo un patrón que se solapa espacialmente con los que había los días 11 y 12 de septiembre, al comienzo de esta crisis eruptiva, y manteniendo una profundidad en torno a 10-15 km. Se registran como en días anteriores terremotos a profundidades mayores a 20 km. En las últimas 24 horas se han localizado decenas de eventos, el máximo de magnitud 3.7 sentido con una intensidad III-IV. El incremento constatado en el número de sismos y su magnitud pueden indicar un aumento en la probabilidad que se produzcan más sismos sentidos, pudiendo originar pequeños derrumbes en zonas de pendiente.

En cuanto a la emisión de SO2 en el penacho volcánico, los valores medidos en el día de ayer alcanzaron 16.000 toneladas diarias, un valor superior al día anterior. Asimismo, la emisión difusa de CO2 por todo el área de Cumbre Vieja arroja un valor de 1.718 toneladas diarias. Los valores de CO2 bajos se siguen manteniendo en cuanto a calidad del aire en todas las estaciones de la isla, salvo picos puntuales en Los Llanos y El Paso, pero de baja intensidad y lejanos a los umbrales establecidos en la normativa en vigor. Respecto a las partículas de menos de 10 micras, se midieron valores inferiores respecto a días interiores, aunque se volvió a superar el umbral diario en la estación de Los Llanos, con un promedio de 96 microgramos/m3.

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