León, ciudad de mártires, vivirá tres días convertida en capital católica

Alberto Cabezas

León (México), 23 mar.- La ciudad de León se convertirá hoy en capital mundial del catolicismo con la llegada de Benedicto XVI, el primer papa en pisar esta tierra, marcada por el hecho de que algunos de sus hijos pagaron con la vida la defensa de su fe.

Ubicada en el centro de México a casi cuatrocientos kilómetros al noroeste de la capital, León es la séptima urbe más poblada del país, con 1,4 millones de habitantes, y la que más habitantes tiene en el estado de Guanajuato.

"Es una tierra de mártires que en su historia no olvida que hombres y mujeres dieron la vida por gritar Viva Cristo Rey", dijo ó hoy a Efe el sacerdote de la Archidiócesis de León Jorge Raúl Villegas.

La mención se refiere a la etapa vivida a finales de los años veinte del siglo pasado, cuando con motivo de la Guerra Cristera (1926-1929) algunos leoneses católicos murieron a manos de las tropas del entonces presidente, Plutarco Elías Calles, por oponerse a medidas anticlericales.

Además, el 2 de enero de 1946 un grupo de ciudadanos convocados a una manifestación por la Unión Cívica Leonesa (UCL) fueron ajusticiados por el general Bonifacio Salinas Leal, mientras protestaban por unas elecciones que consideraban fraudulentas.

La antigua Plaza de la Constitución, una de las más hermosas del municipio, cambió hace años de nombre para estar hoy dedicada a los veintiséis muertos y decenas de heridos de aquel episodio trágico.

Además el escudo de León tiene en una de sus cuatro imágenes a San Sebastián, patrón de la ciudad, y un león rampante, que vinculan a la urbe con el antiguo Reino de León y a los españoles, que la fundaron en 1576 por órdenes del virrey Martín Enríquez de Almanza.

Anteriormente el lugar estaba habitado por grupos indígenas toltecas, guamares y chichimecas, frente a quienes los colonizadores españoles querían poner una barrera de defensa.

En 1830, dos décadas después de la Independencia de México, la localidad recibió su actual nombre oficial, León de los Aldama, y dejó progresivamente de ser una urbe minera para dedicarse a la agricultura, la artesanía y la industria del calzado.

"En León no hay nada que marque de modo contundente su historia. Esta visita quedará como un evento que transformará la identidad de la ciudad", augura el sacerdote Jorge Raúl Villegas.

Los leoneses tienen fama de ser emprendedores y muy trabajadores, algo plasmado en el lema impreso en el escudo de la ciudad: "Labor Omnia Vincit" ("El trabajo todo lo vence").

Estos días los empresarios del cuero y el tacón han recobrado parte de su prestancia y protagonismo, patrocinando algunos de ellos buena parte de los carteles que dan la bienvenida al papa Benedicto XVI.

"Botas 'El Pistolero' da la bienvenida al Papa", podía leerse en uno de ellos, junto a muchos más donados por empresarios de carnes, relojes, de la banca, de la industria de la piel, del transporte o de restaurantes leoneses.

Rosalía Becerra, propietaria de la tienda de calzado Rojo Manzana, abrió hoy, pero esta tarde cerrará un rato para asomarse a la Avenida López Mateos a ver pasar al papa Joseph Ratzinger.

"Tener al representante de Cristo para todos los católicos es algo muy importante. Tenerlo en León ha sido una emoción muy grande, los preparativos, nos arreglaron las calles (susurra y ríe), todo eso implica una gran emoción", dice Becerra.

El Papa recibirá como regalo de la Cámara de la Industria del Calzado de Guanajuato un par de zapatos rojos de piel de becerro nonato, con un forro suave de piel de cabra y suela de cuero.

El papa Benedicto XVI pernoctará en el Colegio Miraflores las tres noches que pasará en este país, hasta el 26 de marzo, y celebrará vísperas con los obispos de México y del resto de América Latina el 25 de marzo en la catedral de la ciudad, erigida en 1765 y dedicada a la Virgen de la Luz, la patrona de León.