Arremete contra las críticas

Jenny, la nueva mujer del descuartizador del submarino: "Estoy orgullosa de él"

  • Jenny Curpen se casó el 19 de diciembre con el inventor Peter Madsen, condenado a cadena perpetua por torturar y matar en su submarino a Kim Wall.
Peter Madsen y su submarino
Peter Madsen y su submarino
EFE

"Amo y respeto a mi esposo, estoy orgullosa de él y de 49 años de su vida, excepto un día que fue y siempre seguirá siendo una tragedia". Así responde a las críticas la activista rusa Jenny Curpen que el pasado 19 de diciembre se casaba en la prisión de Herstedvester con el inventor danés Peter Madsen, condenado a cadena perpetua por torturar y matar en su submarino a la periodista sueca Kim Wall. Cuando se conoció la noticia ella se negó a hacer declaraciones, según recogen medios daneses, pero sí se dirigió a las numerosas personas que no entienden como se ha podido casar con un "psicópata". Sus mensajes se llenan de exclamaciones al preguntarse qué hará con sus dos hijos, a los que se pueden ver en su cuenta de Instagram.

Curpen reside como refugiada política en Finlandia desde 2013 y desde allí ayuda a otros exiliados rusos. Es a través de sus redes sociales donde va dando pistas de todo lo que piensa sobre su matrimonio, que ha 'congelado' a todo el mundo menos a ella. Llegó a Dinamarca tras participar en manifestaciones políticas contra el presidente ruso Vladimir Putin en 2012. En una de ellas fue detenida. Según publica BBC, en Rusia trabajó como periodista en el portal Grani.ru y se reunió con Alexei Devyatkin, miembro del movimiento Otra Rusia Limonov.

En otoño de 2018, Curpen y Madsen empezaron a hablar. Hace ya un año escribió un artículo sobre "el verdadero Peter Madsen" en un medio ruso. Es lo primero que muestra en su cuenta de Facebook, cuya imagen de portada parece ser la llave de la celda de la prisión en la que está su ahora marido. Ella reflexionaba sobre todo lo que rodeó a un asesinato que se consideró el más atroz de Dinamarca. Curpen no entiende por qué se bautizó así si en el país "se cometen entre 40 y 50 crímenes". Habla de hostilidad cuando describe qué sintió la sociedad hacia un hombre que, según se lee en la sentencia, lesionó a Wall, a quien había concedido una entrevista, en la vagina y el torso con instrumental como destornilladores afilados de medio metro y que luego cortó y arrojó el cadáver al Báltico para ocultar las pruebas.

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Madsen salió a navegar el 10 de agosto de 2017 por la tarde con la víctima y fue el novio de ésta quien, horas después, alertó a las autoridades, que pusieron en marcha un dispositivo de emergencia que acabó al día siguiente, cuando el inventor reapareció solo en el submarino en la bahía de Køge, al sur de Copenhague. El hombre aseguró al principio haber desembarcado a Wall la noche anterior en el puerto, pero luego habló de una muerte accidental, y volvió a modificar su explicación varias veces cuando los restos mutilados fueron apareciendo en el Báltico. Llegó a decir que la descuartizó, pero que no la mató. 

Pero Curpen estaba empeñada en descubrir a "la persona que estaba llamada a ser ejecutado en la plaza de la ciudad". Porque "este no es el Peter que conocemos". Y así nació un proyecto que requería ponerse en contacto con él. La idea le surgió en verano de 2018 y en ese otoño ya estaban hablando. En su cuenta de Instagram publicó fotografías de una reciente visita a Dinamarca (con las etiquetas "felicidad" y "señora Madsen"). Ahora piensa en cómo mostrar en una obra de teatro la otra cara de este asesino a la que la justicia declaró culpable de agresión sexual "de carácter especialmente peligroso" y en circunstancias "agravantes", homicidio premeditado y trato indecente a cadáver.

Son muchos los que se dirigen a ella subiendo una imagen de esa joven periodista asesinada de forma atroz. Pero esta artista con conocimientos de teatro se dirige a sus "amigos y enemigos" en un "breve y conciso mensaje". Tacha de "estúpidos, absurdos y agresivos" los mensajes que ponen de manifiesto que se ha casado con un "asesino". Y asegura que pese a ser especialista en realizar estudios sociales de comportamientos "que quieren matar a mi y a mi marido", dedica unas líneas para defender su matrimonio. 

"No voy a poner excusas para mi elección simplemente porque mi vida personal no es asunto de nadie", asegura. "Amo y respeto a mi esposo". Reconoce que su marido "cometió un crimen horrible" y que está siendo "castigado" por eso. Pero presa de su amor asegura tener la suerte de estar junto a "el hombre más hermoso, inteligente, con talento y empático" del mundo. Considera que su reciente marido es "una de las víctimas de aquel crimen". Seguir con vida "es un castigo para él". Esta activista se dirige a todos los que critican su matrimonio admitiendo con "profunda tristeza" que la sociedad más allá de las paredes de la cárcel es "mucho más cruel y peligrosa para sí misma" que su marido.

No es la primera vez que los medios airean la vida sentimental en la cárcel de Madsen, cuya antigua esposa se divorció de él durante el juicio: en agosto de 2018 una funcionaria de prisiones reconoció que había iniciado una relación con él, lo que le costó el puesto. 

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