He sufrido un accidente como el que muestran estas imágenes. Estuve varios días en coma y, afortunadamente, lo puedo contar. Me preocupa tanto como a cualquiera que disminuyan los siniestros. Pero, sinceramente, creo que esta no es la mejor forma. No digo que sea mala, pero no la mejor. (Aviso: las imágenes son fuertes).
Es un debate frecuente, no sólo en el caso del tráfico. También se plantea con el tabaco el consumo de drogas: ¿conviene mostrar con toda su crudeza las peores consecuencias de nuestras imprudencias? Los responsables de esta campaña de la Unidad Nacional de Seguridad vial de Uruguay entienden que sí. Y han lanzado este polémico vídeo titulado "Cortemos esto".
Las autoridades uruguayas quieren reducir así el millar de muertos, y más de 30.000 heridos, registrados cada año en el país.
Parece obvio que ninguno de los causantes de estos terribles atropellos querían provocarlos. Desconozco los verdaderos culpables en cada caso, ni si conducían bebidos o bajo el efecto de las drogas.
Es posible que algunos se hayan despistado, con resultados lamentables.Acostumbrarse al miedo y la sangre
No infravaloro un ápice la gravedad de las causas de los accidentes -ya se trate de simples descuidos o de riesgos imperdonables- pero sí cuestiono la efectividad de estos mensajes tan impactantes.
De acuerdo: no se pueden ocultar las consecuencias. Pero si pretendemos modificar las conductas, para que bajen las imprudencias al volante, cabe cuestionarse si el miedo es la mejor -y sobre todo la única- forma de hacerlo.
Porque a todo se acostumbra uno: incluso al miedo. Incluso a la sangre.
De lo contrario, hace mucho tiempo que los fumadores habrían apagado los pitillos.
Está claro, no hay una solución fácil ni simple. Quizá se deban combinar varios mensajes, algunos terribles y otros más positivos. La población adquiere vicios, pero también virtudes.
Cada día presencio algunas trastadas en carretera (y quizá algunas son mías) pero también adelantamientos correctos, cesiones de paso, precauciones oportunas… Sí, hay mucha gente prudente y educada, y nunca la veo reflejada en los anuncios de tráfico.
El ejemplo positivo invita a la imitación. El hombre no sólo aprende a palos, ni siquiera morales.A veces no nos viene mal alguna zanahoria.
Lo dejo como idea, nada más. Y en cualquier caso, planteo una pregunta para el debate: ¿son vídeos tan impresionantes como el del gobierno uruguayo la mejor forma de reducir el número de accidentes?
Sigue @martinalgarra
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