Los abolicionistas de la pena de muerte culminan su congreso manifestándose ante la ONU

  • Ginebra.- Docenas de partidarios de la abolición de la pena capital culminaron hoy el cuarto Congreso Mundial contra la Pena de Muerte, celebrado esta semana en Ginebra, con una manifestación frente a la sede europea de la ONU, en la que clamaron por acabar con una "forma injusta e inhumana de resolver problemas".

Los abolicionistas de la pena de muerte culminan su congreso manifestándose ante la ONU
Los abolicionistas de la pena de muerte culminan su congreso manifestándose ante la ONU

Ginebra.- Docenas de partidarios de la abolición de la pena capital culminaron hoy el cuarto Congreso Mundial contra la Pena de Muerte, celebrado esta semana en Ginebra, con una manifestación frente a la sede europea de la ONU, en la que clamaron por acabar con una "forma injusta e inhumana de resolver problemas".

Los manifestantes soltaron cientos de globos, rojos y negros, que compitieron por llegar primeros al cielo, como si se tratase de una carrera por engendrar una vida, y en una representativa estampa del valor de la libertad y de la creación humana.

"La pena de muerte es simplemente innecesaria, está anticuada", sentenció a Efe Curtis McCarty, un estadounidense que pasó más de 20 años en el corredor de la muerte, quien subrayó que existen "muchas mejores técnicas legales para mantener segura a la sociedad".

Su caso sintetiza los motivos que esgrimen los abolicionistas, que utilizan la reinserción de McCarty como ejemplo de condenado que ha logrado reformarse tras su encarcelamiento.

"En 1986 fui condenado por asesinato y enviado al corredor de la muerte, donde he pasado casi 22 años luchando por mi vida", relató el ex condenado a la pena capital.

"En ese periodo, tuve tiempo de reformarme", añadió, porque reconoció que cuando era joven "no vivía una vida moral y no le caía muy bien a la policía".

Por eso, McCarty envió un mensaje de esperanza a quienes ahora se encuentran en los mismos pasillos que él hace unos años, y también un mensaje de comprensión, puesto que admitió que en algún momento estuvo cerca de perder la ilusión.

Pero hoy ha podido tumbarse en el suelo de la plaza enfrente de Naciones Unidas, como el resto de manifestantes, para tratar de representar la altura de la moralidad de los países que continúan ejecutando a algunos de sus reos.

Una rasante ética de un método que, según una de las abolicionistas, Gisela Lujan, "genera más violencia y desune a las personas, por eso debe ser abolida de manera radical, total y efectiva".

Esta petición se secundó en diferentes lenguas por representantes de distintas culturas durante el congreso que desde el miércoles ha reunido a más de 2.000 abolicionistas, quienes han reflexionado en voz alta sobre cómo luchar para "ejecutar" la pena de muerte.

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