Los británicos que lucharon en España despertaron recelos como los de Siria

  • La inquietud que despiertan en las autoridades británicas los ciudadanos que han ido a combatir a la guerra civil siria recuerda a la que provocaron quienes fueron a combatir a España.

Este viernes se desclasificaron nuevos documentos históricos de los servicios de seguridad británicos entre los que se encuentran los dossieres de los comunistas Arthur Paul Hogarth y George Ives.

En ambos casos se destaca su participación en las Brigadas Internacionales que combatieron la insurrección militar de Francisco Franco en España durante la Guerra civil (1936-1939).

De Hogarth, que cobró luego notoriedad como ilustrador, se puede leer en su dossier del Mi5 que "en 1938 fue a Francia con la intención de servir en las Brigadas internacionales", el cuerpo de voluntarios extranjeros al servicio de la República.

"Una vez se enroló se dio cuenta de que no iba a aguantar los rigores y dureza de la guerra y volvió a Inglaterra", agrega.

Lo mismo ocurre con Ives, "una persona insatisfecha con una larga historia comunista" que fue "a España en febrero de 1938 y fue capturado en marzo del mismo año. Pasó 10 meses en las cárceles de Franco y volvió a Inglaterra en febrero de 1939".

Ives y Hogarth son dos de los 4.000 británicos que fueron a España durante la Guerra Civil, según un minucioso censo que elaboró el Mi5. En Siria, se cree que hay unos 700, mayoritariamente luchando en filas yihadistas.

Tanto en el caso de Siria como el de España, se presume que el paso por el conflicto iba a radicalizar a los combatientes y que acabarían espiando en un caso para la Unión Soviética y en el otro cometiendo atentados.

"Varios de los antiguos miembros de las Brigadas Internacionales aparecieron en las investigaciones de contraespionaje de la Guerra fría, por ejemplo el estadounidense Morris Cohen, que luego se convirtió en Héroe en Rusia", explicó a la AFP el profesor Christopher Andrew, de la Universidad de Cambridge, historiador especializado en los servicios de inteligencia.

Es por eso "que era lógico tener una lista de nombres tan completa como fuera posible" de quienes fueron a España, añadió.

Muchos de ellos, como por ejemplo el escritor George Orwell, fueron objeto de seguimiento durante mucho tiempo después de acabado el conflicto.

"No hay ninguna (similaridad) entre los voluntarios de las Brigadas internacionales que lucharon en España y los yihadistas fundamentalistas islámicos que combaten en Siria e Irak", puntualizó recientemente Richard Baxell, autor de "Unlikely Warriors" (Guerreros improbables), sobre los miembros de las Brigadas internacionales.

Sin embargo, en ambos casos hay "una respuesta hostil del gobierno británico a los voluntarios, especialmente a aquellos que querían regresar al Reino Unido".

Una "respuesta oficial" que en el caso de España, agregó, "iba de la desaprobación a la hostilidad abierta", recordó, en contraste con la aprobación popular de la que disfrutaban los brigadistas.

Pese a esa desaprobación, el gobierno británico no llegó a usar contra los brigadistas la ley sobre alistamiento extranjero de 1870.

En el de Siria, el gobierno británico ha ido más allá y ha impedido a muchos viajar y ha encarcelado a otros que volvían.

"Si George Orwell y Laurie Lee volvieran de la Guerra civil española hoy, serían detenidos en virtud de la sección cinco de la ley sobre terrorismo de 2006", resumió en un artículo en el diario The Guardian el escritor George Monbiot.

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