Los cementerios entierran un secreto

    • El libro `Aquí yace… o no´ recopila las historias, las anécdotas y los secretos más íntimos de muchos de los camposantos españoles.
Cementerio del Poblenou de Barcelona
Cementerio del Poblenou de Barcelona
David González | aviondepapel.tv

En diciembre de 2005, Domingo Sánchez Blanco y Javier Utray celebraron un inusual funeral. Ambos artistas de vanguardia habían conseguido que la viuda de Pierre Klossowski les cediera las cenizas del ensayista y filósofo francés para que descansaran en el Cementerio de Arte, del pueblo de Morille, en Salamanca.

En este peculiar camposanto, no descansan personas, sino obras de arte o posesiones vinculadas con los difuntos. De hecho, las cenizas de Klossowski son los únicos restos humanos que reposan bajo las lápidas.

Cuando se celebró el funeral de Klossowski, los dos artistas también tuvieron la ocurrencia –o genialidad- de enterrarlas junto a un Pontiac Grand Prix, bajo una sepultura de hormigón.

Luego, Javier Utray celebraría un rito poético mientras anudaba corbatas del ratón Mickey Mouse en las encinas colindantes.

Hoy, algunos de los visitantes del cementerio salmantino acuden al lugar para colgar corbatas similares. Muchos de ellos, se asomaban a la tumba para ver por una pequeña ventana de cristal aquel difunto Pontiac, aunque eso era antes de que tapiaran la rendija.

En este cementerio, también descansan las letras de las canciones de Germán Coppini, de Golpes Bajos. Incluso el dramaturgo Fernando Arrabal sepultó un libro suyo de poemas con este epitafio: "Fernando Arrabal estuvo aquí y pasó lo que tenía que pasar".

Así lo narra la artista plástica Marta Sanmamed en su libro Aquí yace… o no, en el que traza un recorrido nostálgico, irónico y humorístico por la historia y las anécdotas de muchos de los cementerios españoles.

La autora también nos desvela, a modo de ficha, los puntos de interés más destacados para culminar una visita a alguno de los principales cementerios de nuestro país.

Esta pionera del turismo de cementerios nos recuerda, por ejemplo, que en el de la Almudena (Madrid) descansa Lola Flores en una de las tumbas más visitadas de España.

El panteón familiar de los Flores cuenta con aire acondicionado y cristales antibala. Allí, no es extraño descubrir algún clavel rojo que dejan sus admiradores.

Lo que emerge enAquí yace… o noes que cada cementerio salvaguarda un secreto y todo secreto interesa a los turistas.

En este sentido, el camposanto de Poblenou, en Barcelona, es una de las necrópolis que más ha apostado por el turismo. Entre las lápidas de personalidades -Narcís Monturiol, José Luis de Vilallonga, Josep Anselm Clavé-, se realizan visitas nocturnas a la luz de las velas y en varios idiomas.

Además, Poblenou se ha adaptado a las nuevas tecnologías y dispone de códigos QR para que nos podamos guiar entre sus rincones.

Sanmamed también se adentra en las historias que nos transmiten las esquelas o en el guiño, travesura o genialidad que sepulta todo epitafio.

"Muchas veces me han preguntado cuál es mi epitafio preferido (…). Es el que se encuentra en el patio de Santa Gertrudis del cementerio de San Justo en Madrid", explica Marta Sanmamed.

Dicho epitafio reza así: "No comment".

Mostrar comentarios