Los cursos de El Escorial celebran 25 años inmersos en la crisis y sin nobel

  • Los cursos de verano de la Universidad Complutense en El Escorial, que comienzan mañana, cumplen 25 años y los van a celebrar inmersos en la crisis económica y en los ajustes presupuestarios, que han impedido este año la presencia de ningún premio Nobel.

Madrid, 30 jun.- Los cursos de verano de la Universidad Complutense en El Escorial, que comienzan mañana, cumplen 25 años y los van a celebrar inmersos en la crisis económica y en los ajustes presupuestarios, que han impedido este año la presencia de ningún premio Nobel.

Su director, Joaquín Goyache, ha subrayado en una entrevista con Efe que la situación económica ha obligado a rebajar los costes, pero "sin deteriorar la calidad y el nivel académico".

Goyache ha defendido que la filosofía de los cursos no ha cambiado en 25 años, y que se trata de "una de las actividades más dignas que puede hacer la universidad" y el lugar donde mejor conecta la universidad con la sociedad.

En estos años los cursos se han ido adaptando a las necesidades y a la realidad social, y "últimamente a la crisis, que es lo que más dificulta el desarrollo de esta actividad", ha añadido.

En este sentido, ha explicado que en los cursos que comienzan mañana se ha tratado de que los ponentes viajen desde lugares más cercanos para no encarecer los billetes, y ha habido que reducir el número de semanas, que se han limitado a cuatro, del 2 al 27 de julio.

Para el director, son "detalles que no alteran la calidad de los cursos", pero reducen los costes asociados, y permite mantener el mismo número de actividades a la semana, en torno a ochenta.

Reconoce que los ponentes son menos llamativos desde el punto de vista de comunicación, pero no por eso son menos importantes; "todos son muy destacados e importantes en sus campos".

La crisis también es culpable del descenso del número de matriculaciones en los cursos de verano, que lleva dos años a la baja, y en esta convocatoria, "a pesar de que se nota la crisis, estamos en números más que aceptables para la situación actual", ha señalado Goyache.

En este cuarto de siglo sí ha cambiado el perfil del estudiante, ya que empezaron siendo exclusivamente estudiantes universitarios los alumnos de los cursos de verano, pero ahora hay un perfil "más abierto, más dinámico", conviven en los mismos cursos estudiantes universitarios, principalmente de los últimos años, con profesionales, ha dicho el director.

En opinión de Goyache, en los primeros años el alumno estaba más interesado en conseguir créditos de libre configuración para completar sus estudios de Grado o Licenciatura, pero ahora se pueden conseguir con más facilidad y ya no es un atractivo, por lo que quienes acuden a los cursos "vienen exclusivamente porque les interesa, y eso (para nosotros) es un orgullo".

La calidad y la variedad de la oferta de los cursos de verano de la Complutense sigue siendo un valor, los temas de actualidad y ponentes de calidad, "la calidad ha sido una obsesión" en la preparación de esta XXV edición, ha confesado su director.

Científicos, premios Nobel, escritores, economistas, jueces, políticos y artistas han ido ocupando, desde hace 25 años, las aulas de los cursos de verano que la universidad Complutense de Madrid que este lunes vuelven a abrir sus puertas a esta nueva cita veraniega con los estudiantes.

Un programa equilibrado entre el mundo académico y el profesional, manteniendo la pluralidad ideológica, la libertad científica y la calidad intelectual, distribuido en 40 cursos, 38 encuentros y jornadas y 8 actividades extraordinarias, en las áreas de Ciencias, Ciencias Sociales, Humanidades y Ciencias de la Salud y Comunicación.

Los actores Nuria Espert y Pepe Martín, la directora de cine Josefina Molina, el juez Baltasar Garzón, la política Carme Chacón, el historiador Ángel Viñas o la científica Susana Martínez Condela, serán los protagonistas de las actividades extraordinarias.

Goyache ha anticipado que en la próxima edición que se plantean modalidades y nuevos formatos de cursos que fomente la convivencia entre los ponentes y los alumnos, pero no solo con los de su curso, unos cambios que a su juicio van a ser eficaces para fomentar el intercambio de ideas y opiniones con formato académico, y ha estimado que los cursos de verano no han muerto: "Están más vivos que nunca".

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