Los diez grandes sustos que aguardan a los contribuyentes en la declaración de la Renta

  • Llegó la hora de enfrentarse a la declaración de la Renta. A pesar de que es una rutina a la que los españoles se enfrentan cada año de forma inexorable, también siempre se olvidan algunas cuestiones esenciales. Luego vienen los sustos. He aquí algunas breves observaciones sobre el IRPF del año 2011.

Este jueves arranca la Campaña de la Renta 2011, en la que Hacienda prevé devolver 10.995 millones
Este jueves arranca la Campaña de la Renta 2011, en la que Hacienda prevé devolver 10.995 millones
C.S.A.

He aquí las sorpresas con que se pueden encontrar los contribuyentes a partir del 2 de mayo, cuando empiece la nueva campaña de la declaración de la Renta.

1. Jóvenes en casa. Muchos jóvenes han cumplido los 25 años a lo largo de 2011. El problema es que con el paro juvenil llega al 50%, un gran porcentaje de ellos vive en casa. Malas noticias: por primera vez, sus padres ya no se los pueden deducir en la declaración de la renta. La deducción por hijo menor de 25 años es de 1.836 años, que asciende a 2.540 por el segundo, a 3.742 por el tercero y a 4.182 a partir del cuarto. Al no poderse acoger a esta importante ayuda, muchas familias tendrán que pagar más impuestos.

2. Cheque bebé tardío. Una de las noticias más llamativas de finales de 2010 fue que muchas mujeres encintas esperaban que su retoño naciera antes de la medianoche del 31 de diciembre de 2010. Así disfrutaban de la última oportunidad para recibir el llamado cheque-bebé de 2.500 euros. En realidad, era una deducción en al declaración de la Renta por esa cifra. Por eso, desgraciadamente, los bebés que hayan nacido en las primeras horas de 2011 (o a lo largo del año pasado) vienen con una pequeña carga: los padres no podrán deducirse esa atractiva cifra de 2.500 euros.

3. Profesionales castigados. A los contribuyentes que han tenido rendimientos de actividades profesionales se les retiene un 15% por IRPF en cada factura (sus pagadores les retienen esa cifra). Problema: si esos rendimientos sobrepasan cierta cantidad, los profesionales deben pagar más impuestos, cosa que ignoran muchos contribuyentes hasta que llega esta fecha. Por ejemplo, un profesional que ha ganado unos 30.000 euros en 2011 debería haber tenido una retención del 28%. Dado que en sus facturas solo ha abonado un 15%, a partir de mayo tendrá dos meses para ponerse al día hasta llegar al 28%: 13 puntos más.

4. Retenciones bajas. Las personas que empiezan a trabajar en una empresa y estrenan nómina se sorprenden alegremente de que solo les retengan un 2% cada mes. Eso sucede cuando los contratos se realizan con el año bastante avanzado. El susto llega al año siguiente. Una persona que, por ejemplo, haya ganado 25.000 euros solo en seis meses con retención del 2%, deberá abonar la diferencia en impuestos hasta su base de cotización real a partir de esta declaración.

5. Ahorros con ganancias. La crisis ha obligado a muchos contribuyentes a echar mano de sus ahorros en 2011. Pueden proceder de la venta de fondos de inversión, de inmuebles o acciones. En caso de que hayan obtenido beneficios con alguna de esas tres opciones, tendrán que pagar impuestos por las plusvalías. Y ahora, en esta declaración de la Renta, llega el momento de retratar esa ganancia, mal que le pese a muchos. O les devuelven menos dinero, o tienen que pagar más impuestos.

6. Familiares fallecidos. Los herederos de una persona que ha fallecido en 2011 piensan que con presentar y pagar el impuesto de sucesiones, ya se han liquidado los impuestos. No saben que aún faltaría liquidar el IRPF del fallecido (y la plusvalía municipal). En caso del IRPF, si el fallecido ganaba mucho dinero, a lo mejor sus herederos tienen que abonar más impuestos de lo que esperaban.

7. El paro y la pensión es una renta. Una persona que haya estado parada seis meses, y los otros seis meses haya entrado a trabajar a lo largo de 2011, puede llevarse el susto de que tiene que declarar esa Renta y pagar unos impuestos que no esperaba. Las prestaciones de la Seguridad Social, las prestaciones por desempleo, y las pensiones, están sujetas a retención, y se suman a los ingresos laborales o profesionales. Solo está exenta la incapacidad permanente absoluta y gran invalidez.

8. Subida de sueldo. A muchos contribuyentes que han disfrutado de una subida salarial les sorprende que tengan que pagar más impuestos en la declaración de la Renta de estos meses, cuando ellos creían que la empresa ya les había hecho las retenciones. Eso sucede porque el contribuyente entra en un tramo superior de la Renta, y debido a ello, pierde algunas ayudas sociales de las que había disfrutado (por ejemplo, ayuda escolar o becas). Quizá les devuelvan menos dinero del esperado, o simplemente les salga una declaración positiva por primera vez y tengan que pagar impuestos.

9. Deducción por Vivienda. Los contribuyentes pensaron a lo largo de 2011 que ya no había deducción por Vivienda y estaban en lo cierto. El gobierno del PSOE las eliminó. Pero en el último día del año pasado, justo poco después de que el Gobierno del PP tomara las riendas del poder, las recuperó, y encima, con efecto retroactivo desde el 1 de enero de 2011. Lástima: solo había un día para reaccionar. Los que no hayan metido dinero en su cuenta ahorro Vivienda o se hayan comprado un piso, no se podrán deducir nada a cuenta de esas poderosas inversiones.

10. La tarifa es más alta. Relacionado con varios puntos anteriores, los contribuyentes que hayan tenido ingresos elevados y a quienes no se les efectuó la retención correspondiente (profesionales liberales, o personas con ingresos extraordinarios por dar cursos), se van a llevar un sobresalto. Desde que comenzó 2011, el IRPF de las personas que ganaban a partir de 120.000 euros tributa al 44% (antes un 43%), y el de más de 175.000 euros de ingresos tributa al 45%. Ahora tendrán que ajustar cuentas con Hacienda por más cantidad de la que esperaban.

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