Los diputados de Suu Kyi se preparan para su debut en Birmania

  • En Naypyidaw, la capital administrativa birmana, los diputados del partido de Aung San Suu Kyi se instalan en modestas residencias colectivas, antes de su histórica asunción el lunes en el Parlamento.

Entre ellos, Tin Thit, un poeta disidente, se viste con la ropa nueva de parlamentario. Asegura ser consciente de la esperanza que el pueblo ha depositado en él y sus colegas, tras las elecciones legislativas de noviembre de 2015, las primeras libres en 25 años.

"Es nuestra responsabilidad. Haremos el trabajo que debamos hacer", explica Tin Thit, al recibir a la AFP en su modesta residencia.

Este poeta que hasta hace poco nunca pensó en convertirse en político derrotó al exministro de Defensa Wai Lwin, candidato del USDP, partido de los herederos de la junta que reinó en Birmania desde 1962 antes de autodisolverse en 2011.

A sus 49 años, Tin Thit se ha convertido en el símbolo de esta nueva generación de diputados y los medios se hacen continuamente eco de la bella historia del "poeta que venció al general".

Tin Thit ganó en la circunscripción de Naypyidaw (centro), una ciudad administrativa de funcionarios y militares supuestamente fieles al régimen de los herederos de la junta.

En total, 390 diputados de la Liga Nacional para la Democracia (LND) asumirán sus funciones el lunes en el Parlamento.

Únicamente una veintena de ellos tiene experiencia parlamentaria, entre estos Aung San Suu Kyi, jefa de una abrumadora mayoría parlamentaria. La nobel de la Paz obtuvo su escaño en las legislativas parciales de 2012, organizadas como una primera señal de buena voluntad del gobierno de transición.

Reelegida en su circunscripción de Kawhmu, Suu Kyi no ha adelantado cómo aplicará sus reformas, pero a sus diputados les exigió ser irreprochables e íntegros, en un país minado por la corrupción.

Sus batallones de diputados debutantes fueron invitados a asistir a las últimas sesiones del Parlamento saliente.

Y desde hace varias semanas, siguen formaciones que abarcan desde las bases del Derecho a las reglas del juego democrático.

También se hacen a la idea del sacrificio personal que representan las largas sesiones parlamentarias en Naypyidaw, donde la vida social se reduce a los edificios oficiales y las residencias hoteleras.

El resto son inmensas avenidas impecables pero vacías, levantadas de la nada en 2005 bajo un gran secretismo por parte de los generales.

Funcionarios y diputados parten cada vez que pueden a ver a su familia, ya sea a Rangún, la capital económica situada a cinco horas en auto, o a su región de origen.

En Naypyidaw tratan de adaptarse a la vida en comunidad con sus colegas y a las habitaciones individuales que cuestan unos cuatro dólares la noche.

"Es soportable, estamos aquí por el bien del país", relativiza un diputado de la LND bajo el anonimato, recordando que muchos diputados fueron prisioneros políticos y que conocen de sobras la falta de todo confort.

El propio Tin Thit pasó siete años en la cárcel por poemas críticos contra la junta.

Pero para Cing Ngaih Mang, nueva diputada de un pequeño partido étnico, el cambio con Chin, su región de origen en el oeste birmano, es abismal.

"La diferencia en términos de desarrollo es como comparar el cielo y la tierra", explica esta diputada, que se entrenó en protocolo viendo la cadena de televisión parlamentaria.

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