El país registró 100.746 divorcios en 2014, frente a los 95.427 de 2013, según cifras publicadas el martes por el INE. El número de divorcios había bajado un 12,5% interanual en 2008, el año en que la crisis arrasó España, antes de estancarse.
"Últimamente se había estancado el número de divorcios por la crisis económica, que ha hecho que la gente posponga esta ruptura familiar porque es obvio que no es lo mismo un hogar en la cual hay dos ingresos para mantener una sola casa, que dos casas con un solo sueldo, con la inestabilidad laboral que había en España", dijo a AFP Eduardo Hertfelder, presidente del Instituto de Política Familiar, una entidad privada que defiende la familia.
"Una vez que estas condiciones laborales empiezan a mejorar, pues ya este tapón, que había producido este estancamiento se retira y han empezado a aumentar" los divorcios, afirmó.
"Muchas parejas postergaron la separación esperando mejores momentos", considera también María Teresa Castro Martín, investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
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