Los dos malagueños en la India dicen que una montaña les ha salvado la vida

  • Málaga.- Los malagueños Juan Marmolejo y Encarnación Ruiz, quienes se encontraban sin localizar en la región de Ladakh (India), una de las afectadas por las inundaciones y corrimientos de tierra, han manifestado hoy por teléfono a sus familiares que una montaña les ha salvado la vida.

Málaga.- Los malagueños Juan Marmolejo y Encarnación Ruiz, quienes se encontraban sin localizar en la región de Ladakh (India), una de las afectadas por las inundaciones y corrimientos de tierra, han manifestado hoy por teléfono a sus familiares que una montaña les ha salvado la vida.

Según ha declarado a Efe el hermano de la joven, Emilio Ruiz Montero, los familiares consideran que estas declaraciones corroboran la información aportada por algunos testigos de la zona que aseguraban que la pareja había subido a una montaña próxima a la ciudad de Leh un día antes de las inundaciones.

En la llamada telefónica, que se ha producido alrededor de las 08.30 horas de hoy y que ha durado sólo unos segundos, Esperanza Ruiz le ha dicho a su madre que ella y su novio se encuentran a salvo y que incluso han podido comer algo.

Debido al poco tiempo que ha durado la conversación -ha indicado el hermano de la joven- la pareja no ha indicado a sus familiares desde dónde se han comunicado con ellos, por lo que barajan que hayan utilizado el teléfono de algún periodista o una comunicación vía satélite.

Tras la llamada, los familiares de Juan Marmolejo, de 34 años, y Encarnación Ruiz, de 36 -quienes partieron el pasado 5 de julio desde Málaga hacia la India para pasar dos meses de vacaciones en los que tenían previsto practicar "trekking"- sólo esperan que "regresen pronto a casa", han manifestado.

Hasta ayer la pareja no figuraba en la lista de 160 españoles que Asuntos Exteriores tenía controlados en la zona y la última noticia que tenían sus familiares era un correo electrónico del 27 de julio en el que explicaban que iban hacia el norte del país asiático, para alejarse de las altas temperaturas que estaban soportando.

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