Los gitanos avanzan por el camino de la formación

  • A pesar de que la tasa de analfabetismo de la población gitana cuadruplica la del resto de la población y el índice de abandono escolar también es bastante superior, las cifras mejoran poco a poco, la realidad va cambiando y cada vez son más los gitanos concienciados de la importancia de la formación.

Madrid, 17 mar.- A pesar de que la tasa de analfabetismo de la población gitana cuadruplica la del resto de la población y el índice de abandono escolar también es bastante superior, las cifras mejoran poco a poco, la realidad va cambiando y cada vez son más los gitanos concienciados de la importancia de la formación.

De los desempleados gitanos, los que no tienen estudios representan un 46,7 por ciento y el 60,2 por ciento son analfabetos absolutos o funcionales, y además el 26 por ciento de los gitanos que trabajan lo hacen ayudando a algún miembro de su familia en sus actividades laborales.

Programas de formación y empleo como el denominado "Acceder" de la Fundación Secretariado Gitano (FSG) dirigidos especialmente a este colectivo han logrado emplear a más de 2.500 personas el pasado año, la mayoría jóvenes gitanos, quienes a su vez animan a su entorno a participar en ellos.

La directora del departamento de Empleo de la FSG, Arantza Fernández, afirma a Efe que las cifras de estos programas constatan que si se ponen los medios adecuados se consiguen buenos resultados aún en tiempos de crisis y que los desempleados cuando se les acercan los recursos los utilizan.

El programa "Acceder", financiado por el Fondo Social Europeo, tiene como finalidad que la población gitana se incorpore al mercado laboral y desde que fue puesto en marcha, en 2000, ha atendido a más de 70.800 personas, ha formado a más de 15.000, ha facilitado el empleo a más de 19.400, ha conseguido más de 47.700 contratos de trabajo y ha ayudado a la creación de 143 empresas.

Diana Gallardo, gitana de 29 años, es una de esas jóvenes que acudió a la Fundación para que le asesoraran sobre cómo abrir el negocio con el que había soñado desde su infancia. Es licenciada en Bellas Artes y hace un año abrió su propia academia de arte en Jerez de la Frontera (Cádiz).

"Lo he querido desde pequeña, sé que en el contexto actual es un poco complicado meterte en un negocio y más siendo joven, pero el que no arriesga no gana y yo decidí apostar por la academia y la verdad es que me va bien. Llevo un añito y cubro gastos desde los cuatro meses", comenta Diana a Efe.

Su padre es vendedor ambulante y su madre es ama de casa. Su hermana es maestra y su otro hermano estudia Historia en la Universidad de Sevilla, lo que demuestra, según señala, que "los tiempos están cambiando" al confiar en que al igual que sus padres le inculcaron la importancia de tener estudios, otras familias gitanas también lo estarán haciendo a sus hijos.

"No veo lógico que los gitanos abandonen los estudios tan pronto y menos como están ahora las cosas. Hay que estar lo más preparado posible", subraya la joven.

Es lo que piensa hacer Sergio Gómez, un gitano de 27 años de Zaragoza, con su hija de un año. Él no tiene el graduado escolar porque desde muy joven trabajó en el mundo de la construcción y con la crisis se vio sin empleo y sin formación.

A través de la FSG hizo un curso de carretillero y mozo de almacén y desde hace tres meses trabaja en unos almacenes.

"Seguro que a mi hija la animaré a que estudie, no sé si querrá tener una carrera, pero por lo menos que tenga una formación que le permita lograr un buen trabajo", apunta a Efe Sergio, quien opina que los gitanos abandonan los estudios para poder ayudar en casa, aunque destaca, al igual que Diana, que están evolucionando.

Emilia Muñoz, gitana de 47 años, no fue a la escuela. Trabaja, también gracias a la ayuda de FSG, como limpiadora en el hospital madrileño Doce de Octubre, y aunque insiste, en declaraciones a Efe, en que los gitanos tienen una manera "diferente" de educar a sus hijos, "poco a poco" el colectivo se acerca a la formación.

Constata que la cultura "machista" es un obstáculo para que las mujeres tengan estudios: "los hombres mandan de puertas para afuera y la mujer es la que tira del carro de toda la familia", una realidad que "también va a cambiar" porque las mujeres gitanas van ganando terreno poco a poco.

"Mi hija va donde quiera, se viste como quiere y se pinta como le da la gana", asegura.

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