Los neurólogos demandan un mayor esfuerzo para combatir el dolor neuropático

Madrid, 16 oct.- El dolor neuropático es el octavo diagnóstico más frecuente en las consultas de neurología pero entre un 40-70 % de los pacientes con esta patología aún no han conseguido poderlo controlar.

Con motivo de la conmemoración del Día Mundial contra el Dolor, mañana 17 de octubre, la Sociedad Española de Neurología (SEN) ha demandado hoy que se sigan dedicando recursos y esfuerzos al estudio, diagnóstico y tratamiento del dolor neuropático.

Se trata de una afección neurológica que aparece como consecuencia de alteraciones o una lesión del sistema nervioso, periférico o central, o por un mal funcionamiento de éste.

"Puede tener muchas causas pero ciertas enfermedades neurológicas como ictus, esclerosis múltiple, polineuropatias..., padecer diabetes o ciertos virus como el herpes zoster son las causas más frecuentes", ha explicado el doctor Carlos Martín, coordinador del grupo de estudio de esta dolencia de la SEN.

Las últimas investigaciones realizadas hasta la fecha indican que en España la prevalencia del dolor crónico podría llegar al 11 % de la población y que, además, un 47 % de estas personas lo padecen diariamente.

Según datos de la SEN, entre un 0,6 y un 1,5 % de la población española sufre dolor neuropático pero algunas fuentes elevan este porcentaje al 8 %.

Aunque se desconoce el número exacto de personas que lo padecen, extrapolando los datos más positivos, como mínimo, existirían entre 240.000 y 600.000 personas en España que sufren esa dolencia y al menos un 6 % de las familias puede tener alguno de sus miembros con alguna forma de dolor neuropático, ha explicado Martín.

Por lo tanto, "no es una dolencia poco común o infrecuente" y las causas que la producen son muy prevalentes en la población general, siendo en muchos casos patologías asociadas a la edad por lo que su número irá aumentando en los próximos años.

El experto ha agregado que es uno de los tipos de dolor "más complejo", dado que engloba diferentes etiologías, mecanismos fisiopatológicos y manifestaciones clínicas.

No obstante, aunque los síntomas son muy variables, es común experimentar falta de sensibilidad junto con síntomas dolorosos semejantes a una sensación de corriente eléctrica o quemazón o hipersensibilidad dolorosa que hace que los pacientes sufran ante estímulos tales como el roce de las sábanas o una caricia.

"Es una forma de dolor crónico que produce un importante menoscabo en la calidad de vida de los pacientes, lo que hace que sea frecuente que asocie cuadros depresivos y también trastornos del sueño", ha pormenorizado.

Según los datos de la SEN, el 85 % de estos pacientes han visto deteriorada su calidad de vida y en más de un 50 % de los casos padecen ansiedad o depresión y trastornos del sueño.

El tratamiento de los afectados ha evolucionado sustancialmente en los últimos años. Sin embargo, entre un 40-70 % de los pacientes siguen presentando un control insuficiente del dolor.

"Son dolores que responden mal a las medicaciones analgésicas convencionales, y aunque existen tratamientos que palían en parte el dolor, principalmente desarrollados para otras indicaciones, como depresión o epilepsia, no tenemos tratamientos totalmente eficaces para su erradicación", ha lamentado Martín, quien ha pedido que no se baje la guardia y se siga investigando en esta dolencia.

En muchas ocasiones, según el investigador de la SEN, los pacientes no reciben un diagnóstico ni un tratamiento terapéutico adecuado o están a la espera de que se consiga identificar el fármaco y la dosis que permitirá bloquear ese dolor.