Los niños de Morelia, 40 años sin pasaporte ni identidad y en tierra de nadie

  • Málaga (Málaga), 19 jul.- Lo que en principio parecía una buena idea, salvar a los niños de los horrores de la Guerra Civil, se convirtió en una solución traumática para los denominados niños de Morelia (México), más de cuatrocientos menores que estuvieron 40 años sin pasaporte ni identidad y en tierra de nadie.

Vélez-Málaga (Málaga), 19 jul.- Lo que en principio parecía una buena idea, salvar a los niños de los horrores de la Guerra Civil, se convirtió en una solución traumática para los denominados niños de Morelia (México), más de cuatrocientos menores que estuvieron 40 años sin pasaporte ni identidad y en tierra de nadie.

La escritora María Dolores Moreno ha narrado hoy la experiencia "dramática" de estos niños, con motivo del curso de verano de la Universidad de Málaga (UMA) "De niños a hijos del exilio: la forja de la identidad", que se celebra en Vélez-Málaga.

En 1937, el Gobierno de la República decidió enviar una expedición a México formada por 464 niños, algunos huérfanos y otros hijos de combatientes republicanos, que habían llegado a Madrid procedentes de Andalucía, Extremadura, Valencia o Cataluña.

Los jóvenes exiliados se alojaron en la Escuela Industrial España-México, creada en la ciudad de Morelia, y allí se encontraron con una realidad "muy desagradable", ya que sus cuidadores no les dieron ni afecto ni cariño.

"Ni se sintieron españoles ni mexicanos y tampoco fueron reconocidos ni por España ni por México, por lo que estuvieron cuarenta años en tierra de nadie, sin pasaporte y sin identidad", ha afirmado la escritora.

Asimismo, ha lamentado la muerte de algunos de estos niños "por asuntos nimios, por intransigencia y por falta de atención".

Moreno ha relatado que algunos de estos niños consiguieron volver a España de visita, pero se encontraron con que "ya no reconocían a sus padres ni estos a ellos".

La escritora ha recuperado las vivencias de estos menores en su novela "La identidad perdida", una obra surgida de la promesa personal que hizo a varios niños de Morelia, con los que coincidió en México, de que su historia sería contada.

Moreno ha insistido en la importancia de no quedarse sin identidad, que es lo que les pasó a estos niños, y en la necesidad de conocer estos sucesos para que no vuelvan a repetirse.

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