Los Nobel de la Paz llaman desde Roma a vencer fanatismo, pobreza y guerras

  • La XIV Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz concluyó hoy en Roma con un mensaje que insta a los ciudadanos a construir un mundo mejor ante la actual amenaza de las armas nucleares, el fanatismo religioso, la pobreza y las guerras.

María Salas Oraá

Roma, 14 dic.- La XIV Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz concluyó hoy en Roma con un mensaje que insta a los ciudadanos a construir un mundo mejor ante la actual amenaza de las armas nucleares, el fanatismo religioso, la pobreza y las guerras.

El evento congregó en la capital italiana durante tres días a doce Premios Nobel de la Paz y diversas organizaciones internacionales y humanitarias en homenaje al expresidente sudafricano Nelson Mandela, fallecido el pasado año.

Participaron el último presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov; el líder religioso tibetano Dalai Lama, el arzobispo y héroe de la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, Desmond Tutu y el expresidente de Timor Oriental, José Ramos-Horta.

También lo hicieron la abogada iraní Shirin Ebadi; la periodista yemení Tawakkul Karman; el expresidente polaco Lech Walesa y las activistas Leymah Roberta Gbowee (Liberia), Joddy Williams (Estados Unidos) y los activistas norirlandeses Mairead Maguire, David Trimble y Betty Williams.

En esta edición se premió al refugiado Tarkete Brhane con la "Medalla del Activismo Social" para recordar, así, "el sufrimiento de todos los inmigrantes y refugiados" del mundo y se reconoció "la defensa de los derechos humanos a través del cine" del director italiano Bernardo Bertolucci.

Además albergó una serie de paneles de debate en los que tuvieron un papel importante jóvenes procedentes de países de todo el mundo, considerados por los organizadores "los responsables de la paz del futuro".

Intercambiaron opiniones con los galardonados sobre temas como los derechos de los niños, la responsabilidad de los jóvenes en construir un mundo sin violencia o los problemas de la globalización y el cambio climático.

La activista liberiana Leymah Gbowee, leyó el documento con las conclusiones de la cumbre en una ceremonia en la sede del ayuntamiento de Roma, el Campidoglio.

Un texto con el que los participantes expresaron su "profunda preocupación por los crecientes riesgos de una guerra, también nuclear, entre las grandes potencias".

"El mundo continúa amenazado por 16.000 cabezas nucleares" y por gastos militares que el año pasado alcanzaron, según indicaron, los 1,7 billones de dólares.

Otra "amenaza para la paz" es "el fanatismo religioso", asunto en el que defendieron que "ninguna religión puede justificar violaciones de los derechos humanos o abusos a mujeres y niños".

Los participantes señalaron en el documento que los conflictos militares no son "las únicas amenazas para la seguridad humana", que se ve también amenazada por otras lacras como "el cambio climático" o "la inaceptable pobreza y los insostenibles niveles de desempleo, especialmente entre los jóvenes".

En relación con la problemática que envuelve al medioambiente, el presidente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), Rajendra Kumar Pachauri, aseguró que ese fenómeno llevará a "conflictos, pobreza y desigualdades".

Sobre la pobreza, otro de los temas debatidos en las diferentes sesiones, los firmantes calificaron de "inaceptable" que 2.000 millones de personas sobrevivan con menos de dos dólares al día.

"Necesitamos nuevas y sustanciales ideas y propuestas que ayuden a la actual generación de líderes políticos a atajar la severa crisis en las relaciones internacionales, restaurar un diálogo normalizado y crear instituciones y mecanismos que satisfagan las necesidades actuales", recomendaron los firmantes.

En esta jornada de clausura, el alcalde de Roma, Ignazio Marino, aseguró que la ciudad está "orgullosa de haber albergado una cumbre que ha mandado un mensaje de paz al mundo" y deseó seguir "la negociación pacífica que Nelson Mandela enseñó".

La siguiente Cumbre se celebrará en la ciudad estadounidense de Atlanta en noviembre de 2015 y conmemorará la labor de Martin Luther King en su lucha por los derechos civiles de los afroamericanos, cuando se cumplirán 50 años desde que fuera premiado con el Nobel de la Paz.

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