Los obispos africanos reiteran que hay que combatir el sida sin preservativos

  • Ciudad del Vaticano.- Los obispos africanos hicieron público hoy el mensaje final del II Sínodo para África, en el que reiteran que el sida se combate con la castidad y la fidelidad y no con preservativos.

Los obispos africanos reiteran que hay que combatir el sida sin preservativos
Los obispos africanos reiteran que hay que combatir el sida sin preservativos

Ciudad del Vaticano.- Los obispos africanos hicieron público hoy el mensaje final del II Sínodo para África, en el que reiteran que el sida se combate con la castidad y la fidelidad y no con preservativos.

El Mensaje fue aprobado hoy por los 244 obispos que desde el 4 de octubre están reunidos en el Vaticano, en un Sínodo que concluirá el domingo con una misa oficiada por el Papa.

"África, levántate y camina, no hay tiempo que perder, es tiempo de cambiar", manifestaron los prelados y subrayaron que el continente negro "no es impotente", que su destino está en manos de sus habitantes y que "mirando a Cristo llegaremos al buen puerto de la reconciliación, de la justicia y la paz".

El Mensaje, que fue presentado por John Olorunfemi Onaiyekan, arzobispo de Abuja (Nigeria); Youssef Ibrahim Sarraf, de El Cairo de los Caldeo, y Francisco Joao Silota, de Chimoio (Moazambique), está dividido en siete partes.

En ellas se denuncia el fanatismo religioso que se está difundiendo en todo el mundo y se aboga por el diálogo y el respeto recíproco con las otras religiones.

El texto comienza con una mirada a la situación de África y denuncia la trágica situación de los refugiados, la pobreza extrema, las enfermedades, las guerras que azotan al continente y asegura que todo eso no es debido a desastres naturales, "sino en gran medida a personas que no han tenido en consideración el bien común y a conspiraciones criminales entre responsables locales e intereses extranjeros".

Por ello, añaden, África necesita políticos que "limpien" el continente de la corrupción y trabajen por el bien de las personas. Los obispos pidieron a los corruptos -muchos de ellos católicos, según resaltaron- que se arrepientan o que abandonen la política, "para que dejen de arruinar al pueblo".

A los poderosos del mundo "suplicaron" que traten a África con "respeto y dignidad" y reclamaron un cambio radical del orden económico internacional.

A las multinacionales pidieron que "cesen" la devastación criminal del medio ambiente" en beneficio propio y aseguraron que es una "política miope" fomentar guerras "para obtener beneficios rápidos del caos, al precio de vidas y sangre".

"¿Es posible que nadie sea capaz de acabar con estos crímenes contra la humanidad?", se preguntaron los obispos, que denunciaron la situación en Somalia, los Grandes Lagos, Sudán y Darfur, Guinea Conakry.

Detrás de casi todos los casos, denunciaron, está la connivencia entre líderes locales corruptos y las multinacionales y sus consecuencias son: pobreza, miseria, enfermedades, refugiados, emigración clandestina, huida de cerebros, tráficos de seres humanos, guerras, niños-soldados y violencia contra la mujer.

Sobre la lucha contra el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) afirman que la Iglesia está en primera línea y, en coincidencia con la posición de Benedicto XVI, reiteraron que este problema "no puede ser superado con la distribución de profilácticos".

Los obispos pidieron que "se reconozca el éxito" de los programas que aconsejan "abstinencia en los nos casados y fidelidad en los matrimonios".

En África 27 millones de personas están contagiadas por el virus del sida.

Tras resaltar que la ONU está haciendo un buen trabajo en África, le pidieron coherencia y transparencia con sus programas de ayuda, aunque muchos de ellos, precisaron, pretenden "destruir los valores africanos de la familia y de la vida humana".

Los obispos denunciaron el artículo 14 del Protocolo de Maputo, sobre los derechos de la mujer en África, referido a la salud materna y reproductiva y, que según la Iglesia, promueve el aborto para controlar la natalidad y el asistido para evitar los riesgos de los abortos clandestinos.

Los prelados pidieron a los sacerdotes que sean fieles al celibato, a la castidad, y a las familias que conserven los valores cristianos y estén en guardia "contra los ataques venenosos de ideologías extranjeras".

Asimismo, los obispos aprobarán las propuestas para la "Exhortación Apostólica" del Papa, el documento con el que oficialmente se cierra un Sínodo y que se hace público varios meses después de la reunión.

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