Los obispos colombianos piden una salida negociada al conflicto armado

  • Los obispos colombianos, que abrieron hoy su asamblea anual en Bogotá, expresaron preocupación por los atentados de la semana pasada, que las autoridades atribuyeron a las FARC, e instaron a buscar una salida negociada al conflicto armado que vive este país desde hace casi 50 años.

Bogotá, 6 feb.- Los obispos colombianos, que abrieron hoy su asamblea anual en Bogotá, expresaron preocupación por los atentados de la semana pasada, que las autoridades atribuyeron a las FARC, e instaron a buscar una salida negociada al conflicto armado que vive este país desde hace casi 50 años.

El presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC), Rubén Salazar, pidió a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) cesar las acciones terroristas contra la población civil.

Entre el miércoles y el jueves pasados una oleada de atentados dejó una veintena de muertos y casi 70 heridos, entre policías y civiles, en las localidades de Tumaco, Villarrica y Cajamarca.

Aparte de esos ataques, las autoridades atribuyeron a las FARC otras acciones como una emboscada el jueves y la colocación de tres coches bomba el viernes, también en el suroeste del país.

La detonación controlada de un vehículo en Miranda (Cauca) causó daños materiales y heridas leves a dos personas, mientras que en el cercano municipio de Pradera (Valle del Cauca, suroeste) fueron desactivados otros dos automóviles con explosivos.

"Es difícil confiar en alguien que utiliza el terrorismo para alcanzar sus objetivos. Es difícil crear un clima de confianza", señaló Salazar a periodistas.

"El país no resiste más tanto dolor, tantas lágrimas y tantas muertes de inocentes. Yo sé que hay muchos problemas sociales, pero la manera de solucionarlos no es con la violencia", clamó el jerarca, quien también es el arzobispo de Bogotá.

Según Salazar, pareciera que hay "un desespero de la guerrilla para hacerse notar, después de los golpes duros que han recibido con la muerte del 'Mono Jojoy' (alias de Jorge Suárez Briceño) y de 'Alfonso Cano'" (Guillermo León Sáenz).

Los dos principales jefes del grupo rebelde colombiano cayeron en septiembre de 2010 y en noviembre de 2011, respectivamente, en acciones de las Fuerzas Armadas.

El presidente de la CEC, sin embargo, apuntó a que no se debe "perder la esperanza" y confió en que "al fin vencerá la razón y que "en Colombia podrá haber negociación y paz".

El arzobispo de Bogotá reiteró su llamado al jefe máximo de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias "Timochenko", para que muestre gestos de paz.

Entre esos gestos enumeró: "cesar el terrorismo, cesar los secuestros, liberar a todos los secuestrados para que verdaderamente se cree un clima de confianza y se pueda avanzar en este campo".

Salazar encabeza la reunión que desde hoy y hasta el viernes celebran los 84 obispos del país, quienes expresaron que uno de los objetivos para esta asamblea es precisamente fijar recomendaciones que contribuyan a la reconciliación nacional.

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