Los peregrinos llegan al monte Arafat, momento cumbre del hach

    • Tras haber pasado la noche en el valle de Mina, cerca de la Gran Mezquita de La Meca, una multitud de fieles emprendió al alba el camino hacia el Monte Arafat
    • Las fuerzas de seguridad sauditas intentaban canalizar la marea de peregrinos, formando cadenas humanas a lo largo de la llanura de Arafat.

Los fieles que participan en el peregrinaje a La Meca estaban reunidos este miércoles en el Monte Arafat, momento cumbre del hach en Arabia Saudita, que atrae cada año a unos dos millones de musulmanes venidos de todo el mundo.

Tras haber pasado la noche en el valle de Mina, cerca de la Gran Mezquita de La Meca, una multitud de fieles emprendió al alba el camino hacia el Monte Arafat, situado a decenas de kilómetros de allí.

Muchos llevaban paraguas de colores para protegerse del sol, y varios voluntarios les distribuían agua y comida.

Las fuerzas de seguridad sauditas intentaban canalizar la marea de peregrinos, formando cadenas humanas a lo largo de la llanura de Arafat.

Para muchos fieles, el hach es el acontecimiento espiritual de sus vidas. 'Nos sentimos afortunados. Tengo la carne de gallina, un sentimiento que no se puede explicar, al alcanzar la cima del monte', dijo Ruhaima Emma, una peregrina filipina de 26 años.

Akram Ghanna, un sirio de 45 años, rezó en el Monte Arafat por la 'victoria de todos los oprimidos'.

Muchos llegaron al lugar en autobús y otros lo hicieron andando desde La Meca, a unos 15 kilómetros de distancia.

El día de oración y de invocación en el Monte Arafat, también conocido como Monte de la Misericordia, es el momento más importante del hach. Según la tradición musulmana, ese es el lugar donde el profeta Mahoma pronunció su último sermón.

Tras la puesta de sol, los peregrinos volverán a la llanura de Muzdalifa y prepararán el Aid Al Adha, que se celebrará al día siguiente. Los fieles sacrificarán entonces a un animal, generalmente un cordero, en memoria de Abraham. Según la tradición, éste estuvo a punto de inmolar a su hijo Ismael antes de que el arcángel Gabriel le propusiera sacrificar a un cordero en su lugar.

Más tarde, los peregrinos irán a Mina, a ocho kilómetros de Muzdalifa, para lapidar las estelas que representan a Satán. El primer día tendrán que lanzar siete piedras sobre la gran estela, y el segundo y tercer día, 21 sobre las tres estelas (grande, mediana y pequeña).

El peregrinaje concluirá con las circunvalaciones en torno a la Kaaba, la construcción con forma de cubo que se erige en el centro de la Gran Mezquita de La Meca, hacia la que se dirigen los musulmanes cuando rezan.

Arabia Saudita movilizó a 100.000 policías para garantizar la seguridad durante el peregrinaje, en el que no se ha registrado ningún percance hasta el momento. Los preparativos del evento dejaron, sin embargo, un balance mortífero cuando, el 11 de septiembre, una grúa cayó durante las obras de ampliación de la Gran Mezquita de la Meca, causando 109 muertos y 400 heridos.

Las autoridades aseguraron estar en alerta ante posibles atentados, después de que el grupo yihadista Estado Islámico (EI) atacara a las fuerzas de seguridad y varias mezquitas chiitas en Arabia Saudita, en los últimos meses.

El peregrinaje a la Meca es uno de los cinco pilares del Islam y todos los musulmanes deben llevarlo a cabo al menos una vez en su vida.

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