Los psicólogos creen que lo más duro para las víctimas será revivir el trauma

  • Las víctimas del "caso Kárate" se enfrentarán con el comienzo del juicio a uno de los momentos más duros para ellas en todo este proceso penal, al tener que revivir en público el trauma de su experiencia con sus presuntos agresores, según ha señalado a Efe la psicóloga forense Ruth Romero.

Las Palmas de Gran Canaria, 30 abr.- Las víctimas del "caso Kárate" se enfrentarán con el comienzo del juicio a uno de los momentos más duros para ellas en todo este proceso penal, al tener que revivir en público el trauma de su experiencia con sus presuntos agresores, según ha señalado a Efe la psicóloga forense Ruth Romero.

Esta especialista, que junto a otra compañera del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas ha sido elegida para ofrecer apoyo psicológico a aquellas personas que lo requieran durante el juicio, ha indicado que esta situación es incluso difícil para las víctimas que han podido superar el trauma generado por los supuestos abusos sexuales a los que fueron sometidas.

La Audiencia de Las Palmas juzgará a partir del próximo jueves a las cuatro monitores de artes marciales a los que la Fiscalía acusa de haber abusado sexualmente durante años de decenas de menores de edad que se entrenaban en su academia.

La psicóloga Ruth Romero, que no conoce a las víctimas y familiares del caso, ha señalado que a largo de sus declaraciones se van a vivir "emociones muy intensas" que, por lo general, suelen generar crisis de ansiedad al experimentar lo vivido "con una activación psicológica muy alta".

No obstante, estas reacciones dependerán también del apoyo que hayan podido tener, de la eficacia de la psicoterapia, si la han tenido, y de su personalidad.

Para hacer menos difícil esta situación, además del apoyo psicológico, el Instituto de Medicina Legal ha ofrecido la sala de videoconferencia de manera que los menores pueden declarar desde este centro, así como los adultos que lo soliciten, de modo que eviten la confrontación visual con sus cuatro supuestos agresores.

Romero también ha comentado el estrés que de por sí genera para las personas tener pendiente un juicio, "porque se vive como algo todavía por cerrar".

Ha considerado, sin embargo, que su celebración no significará la superación del trauma, pues, aunque es cierto que el pasarlo supone "cerrar un capítulo", no necesariamente implicará "cerrar la historia".

No obstante, para algunas personas puede ser satisfactorio si les sirve para comprobar que lo que en su día no pudieron elaborar como algo delictivo, ahora pueden ver que esos hechos "se colocan y se distribuyen las responsabilidades de manera ajustada a la realidad".

Así mismo, ha comentado que en este tipo de delitos la víctima evidencia lo ocurrido con una carga muy fuerte de culpabilidad, por lo que es importante hacer una correcta distribución de la responsabilidad, ha señalado Romero, quien ha dicho que ese sentimiento también se produce entre los familiares, que tendrán que enfrentarse en el juicio a la parte que vivieron.

Los familiares no experimentaron directamente esos hechos, pero el descubrir una realidad bastante cruda conlleva también mucho desajuste emocional, porque les suscita sentimientos de impotencia, rabia, culpa e incluso odio.

Romero ha explicado que el sentimiento congruente con la culpabilidad es la vergüenza por haber hecho algo mal, que es lo que conlleva a que permanezcan ocultos y no se desvelen.

En esta cuestión, el tratamiento que la prensa dé a este procedimiento judicial y cómo se expongan los hechos que se narren, si se tratan o no con mayor delicadeza, también puede ayudar a los afectados al correcto reparto de responsabilidades, al verse identificados como víctimas y no como responsables.

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