Los rebeldes prorrusos negociarán con Kiev a pesar de la caída de Slaviansk

  • Las consultas entre representantes de Kiev y los separatistas prorrusos en el llamado grupo de contacto, integrado además por Rusia y la OSCE, es posible a pesar de la caída de la ciudad de Slaviansk, dijo hoy uno de los líderes de los sublevados, Andréi Purgín.

Moscú, 5 jul.- Las consultas entre representantes de Kiev y los separatistas prorrusos en el llamado grupo de contacto, integrado además por Rusia y la OSCE, es posible a pesar de la caída de la ciudad de Slaviansk, dijo hoy uno de los líderes de los sublevados, Andréi Purgín.

"A pesar de un nuevo giro en la confrontación y la salida de los milicianos de Slaviansk, la celebración de consultas para resolver la situación en el este de Ucrania es posible" con la mediación de Rusia y la OSCE, recalcó Purgín en declaraciones a la agencia rusa Interfax.

Hoy concluye el plazo acordado por Kiev, Moscú, París y Berlín para celebrar la tercera ronda de consultas entre el Gobierno ucraniano y los separatistas que podría cristalizar en nuevo alto de fuego en el este de Ucrania.

Una fuente en la dirección de la autoproclamada república popular de Donetsk aseguró a Interfax que "el lugar y la hora de las consultas del grupo de contacto se están consensuando" en estos momentos.

El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, ofreció ayer a los sublevados celebrar hoy mismo la reunión y quedó a la espera de que otros miembros del llamado grupo de contacto tripartito (Ucrania, Rusia, OSCE y los separatistas) confirmen hora y lugar para el encuentro.

El propio Purgín apuntaba ayer que uno de los lugares más probables para acoger las consultas es Minsk, la capital de la vecina Bielorrusia.

El presidente ucraniano ha accedido a negociar con los rebeldes e incluso a declarar un cese de hostilidades duradero, al que ha puesto tres condiciones: su cumplimiento por los sublevados, la liberación de todos los prisiones y el establecimiento del control sobre la frontera ruso-ucraniana, con la cooperación de Rusia y bajo la vigilancia de la OSCE.

En un aparente cambio de rumbo, Poroshenko ya no exige a los separatistas la rendición total como única condición para poner fin a la operación militar lanzada por Kiev contra los insurgentes que actúan en las regiones de Donetsk y Lugansk, como sí hacía en su plan de paz presentado el pasado mes de junio.

Esta madrugada, los insurgentes prorrusos que llevaban casi tres meses atrincherados en Slaviansk, símbolo de la sublevación contra Kiev, rindieron la ciudad a las fuerzas de Kiev y tras romper el cerco de los militares ucranianos se trasladaron la vecina Kramatorsk.

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