Los satélites ayudan a predecir qué áreas urbanas son más calurosas en verano

  • La satélites están contribuyendo a predecir qué áreas de una ciudad pueden resultar más afectadas en una ola de calor, una utilidad que puede ayudar a planificar ciudades más frescas, a crear mapas de eficiencia energética y a tomar medidas específicas para combatir las temperaturas extremas.

Madrid, 29 sep.- La satélites están contribuyendo a predecir qué áreas de una ciudad pueden resultar más afectadas en una ola de calor, una utilidad que puede ayudar a planificar ciudades más frescas, a crear mapas de eficiencia energética y a tomar medidas específicas para combatir las temperaturas extremas.

En las zonas con alta densidad de población, la temperatura en verano puede ser varios grados superior a la de las zonas rurales más próximas, un fenómeno conocido como efecto "isla térmica urbana".

Estas islas térmicas se notan especialmente por la noche, cuando las ciudades desprenden la radiación solar y la energía acumulada durante el día.

Este aumento de la temperatura urbana provoca, directa o indirectamente, problemas de salud, una mayor demanda de energía, contaminación atmosférica y escasez de agua, entre otros efectos negativos.

El grupo de Isla Térmica Urbana y Termografía Urbana de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha constatado cómo la observación por satélite permite fotografiar continuamente la radiación térmica que emiten las ciudades y llegar incluso a predecir qué partes de un núcleo urbano son especialmente calurosas en una ola de calor.

Durante una década y usando múltiples sensores, este grupo de investigadores ha observado las tendencias en la distribución del calor en diez ciudades europeas: Atenas, Bari, Budapest, Lisboa, Londres, Madrid, París, Sevilla y Tesalónica.

Como resultado de este proyecto, a mediados del año pasado, los investigadores predijeron correctamente dos intensas islas térmicas en Tesalónica (Grecia) con un día de antelación.

Ese día, por la noche, las áreas más vulnerables de la ciudad alcanzaron los 31 grados centígrados.

En Madrid, los mapas de radiación térmica demostraron que la temperatura del aire en los parques y espacios con vegetación es, durante la noche, "bastante más fresca que en otras áreas" de la capital española.

Para la ESA, esta evidencia demuestra "la gran importancia de las zonas verdes en las ciudades".

Durante la fuerte ola de calor que golpeó a gran parte de Europa en el verano de 2003 y que en Francia se relacionó con la muerte de miles de personas, el elevado número de muertes registrado en París se atribuyó al efecto "isla térmica", que impidió que los termómetros bajaran durante al noche.

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