Los servicios sociales, "en el limbo" con la reforma local

  • La presidenta del Consejo General del Trabajo Social, Ana Lima, alerta de que los servicios sociales pueden quedar "en el limbo" o incluso desaparecer con la reforma local, con la que pasan a depender de las comunidades autónomas, que tendrán que decidir si financian esas prestaciones.

Ana Rodrigo

Madrid, 17 mar.- La presidenta del Consejo General del Trabajo Social, Ana Lima, alerta de que los servicios sociales pueden quedar "en el limbo" o incluso desaparecer con la reforma local, con la que pasan a depender de las comunidades autónomas, que tendrán que decidir si financian esas prestaciones.

"La ley habla de reordenar los servicios sociales que eran de los ayuntamientos para pasar a ser financiados al cien por cien por las CCAA; sólo se mantienen tal y como están ahora los servicios de orientación y atención a la exclusión social", explica la presidenta de los trabajadores sociales, en una entrevista con Efe.

Lima denuncia el desmantelamiento del actual sistema de servicios sociales, "que internacionalmente es apreciado y considerado un modelo a imitar", y augura una privatización o una derivación a través de conciertos de muchos de los servicios sociales, "hasta ahora universales y gratuitos".

"Es como si en el ámbito sanitario, se quitara el centro de salud y se dejara sólo la atención de urgencias", señala.

Tras la aprobación de la reforma local el pasado mes de diciembre, "dependerá de la conciencia de cada comunidad autónoma el que pueda o quiera asumir la parte de servicios sociales que dejan los ayuntamientos, por lo que existe el riesgo de cierre de muchos de estos servicios".

"La reforma local va a crear desigualdades entre los ciudadanos que vivan en una u otra ciudad", advierte Lima, quien plantea la necesidad de hacer una ley marco de servicios sociales, que "fije unos mínimos de coberturas" en el territorio nacional.

Vaticina que muchos de los servicios sociales se van a reorganizar a través del Tercer Sector, al que invita a "hacer una alianza y marcar las líneas rojas, que no deben traspasarse sobre qué servicios se pueden sacar a concurso y qué servicios se deben seguir prestando como ahora".

"Ni va racionalizar, ni a organizar, sino todo lo contrario; hacía falta una reorganización de los servicios sociales, pero esta no, esta lo va empeorar todo porque está pensada para ahorrar y para suprimir servicios", añade.

Lima denuncia que se ha reducido el 36 por ciento el presupuesto de servicios sociales entre 2013 y 2014, pasando de 2.844 millones de euros a 1.035 millones.

La responsable de este órgano, en el que están colegiados más de 40.000 trabajadores sociales, cree que este cambio de sistema puede dejar "en la cuerda floja a un 40 por ciento de los trabajadores del sector".

Además, denuncia que con los recortes y las reformas existe el riesgo de que algunas de las leyes, como la de dependencia, se queden en "un brindis al sol".

"Estamos ante un cambio de modelo en España en el sistema de protección social, que afecta a la educación, sanidad o las pensiones y está en peligro por los recortes sociales que van acompañados de cambios normativos", insiste.

Opina que al Gobierno le intranquiliza la situación de los menores españoles y por ello ha aprobado los planes para combatir la pobreza infantil, "que prevé dinero a través de subvenciones al Tercer Sector", puntualiza.

"La Comisión Europea ha dicho que están muy preocupados por los niños en España, porque uno de cada tres está en riesgo de exclusión social".

Según un estudio realizado por este organismo, en 2013 se duplicaron el número de familias de "clase media" que acudieron a los servicios sociales y cada vez acuden mayor número de universitarios, "que no sabían ni que existieran los servicios sociales".

El perfil mayoritario sigue siendo el de una mujer parada, de 36 a 50 años, con estudios primarios, casada y que vive con su pareja e hijos.

"La mayoría de los usuarios piden ayudas económicas, pero también hay otro gran bloque de personas que solicitan información y orientación, ya que nunca había estado en esta situación y están muy perdidas".

Ana Lima considera que existe el riesgo de que "algunas personas mayores que queden fuera del sistema con la privatización de los servicios sociales, sobre todo los que tienen pensiones bajas y no tienen familia que les apoye".

"Va a haber gente pobre y gente rica que es la que pueda tener todos los servicios; si me hago un seguro de dependencia y tengo la pensión, tendré cubiertos ciertos servicios", plantea, mientras que "el que no lo tenga, tendrá que acudir a la beneficencia o llorar en TV para ver si consigue algo".

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