Los sindicatos lusos esperan una gran adhesión a la huelga general del jueves

  • Los principales sindicatos portugueses esperan una gran adhesión a la huelga general del próximo jueves, especialmente en el sector de los transportes, y se oponen a la imposición de los servicios mínimos en varias empresas.

Lisboa, 22 nov.- Los principales sindicatos portugueses esperan una gran adhesión a la huelga general del próximo jueves, especialmente en el sector de los transportes, y se oponen a la imposición de los servicios mínimos en varias empresas.

Dirigentes de la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP, de orientación comunista) y la Unión General de Trabajadores (UGT, socialista), organizadores del paro, se muestran convencidos de que la protesta contra las medidas de austeridad aprobadas por el Gobierno conservador luso será un éxito.

Fuentes sindicales destacaron hoy que se prevé la paralización de los transportes públicos en las grandes ciudades y una fuerte incidencia en el tráfico aéreo sobre el territorio portugués.

Se han adherido al paro los sindicatos del metro y autobuses de Lisboa y Oporto, los ferrocarriles nacionales, servicios fluviales de la capital y la populosa orilla sur del Tajo, así como varios sindicatos de aviación.

Las empresas Comboios (trenes) de Portugal, Metro de Lisboa y Transtejo advirtieron hoy a los usuarios de que esperan graves problemas en la prestación de sus servicios desde la tarde anterior a la jornada de la huelga general, la segunda que se organiza en un año.

Los sindicatos lusos, que han convocado también una treintena de manifestaciones por todo el país durante la huelga, piden a la población que participe masivamente en el paro para obligar a un cambio en la política de austeridad.

Uno de los pocos sectores laborales donde la adhesión a la huelga no se ha generalizado es el bancario, en el que no se sumó al paro el Sindicato Nacional de Cuadros y Técnicos, aunque otras organizaciones, como la comisión de trabajadores de la estatal Caixa Geral de Depósitos (CGD), el mayor banco luso, si lo secundarán.

Las grandes centrales se han unido también para criticar la "imposición" de unos servicios mínimos que consideran excesivos por parte del Consejo Económico y Social (CES), un órgano estatal de carácter consultivo.

Según fuentes oficiales, en los autobuses de Lisboa (Carris) y la Sociedad de Transportes Colectivos de Oporto (STCP) se han establecido servicios mínimos de cerca de un 50 por ciento.

"El derecho a la huelga es un derecho efectivo y los trabajadores no pueden aceptar ilegalidades", afirmó el secretario general de la CGTP, Manuel Carvalho da Silva en alusión al elevado porcentaje de servicios solicitados.

Su homólogo de UGT, Joao Proenca, también considera que esa medida "no es mínimamente aceptable" y espera que se vuelva a evaluar.

La huelga del jueves ha unido a las dos grandes centrales sindicales lusas contra el plan de ajuste económico incluido en los presupuestos del Estado para 2012, que previsiblemente serán aprobados la próxima semana en el Parlamento.

La CGTP y la UGT consideran que el Gobierno conservador portugués pide a los trabajadores sacrificios desproporcionados e inadecuados para combatir la crisis económica, cuya peor expresión es, para las centrales laborales, el desempleo.

El Ejecutivo luso decidió suspender en esos presupuestos las pagas extras de pensionistas y funcionarios públicos y aumentar en media hora la jornada de trabajo en el sector privado, además de subir los impuestos personales y cortar los gastos sociales y las inversiones del Estado.

El objetivo del primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, que ha reconocido la dureza de los presupuestos, es sanear las cuentas públicas y cumplir los compromisos para reducir el déficit contraídos con el préstamo de 78.000 millones de euros que concedieron a Portugal la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La huelga del jueves se produce exactamente un año después de la que organizaron también los dos sindicatos mayoritarios contra la política económica del entonces Ejecutivo socialista de José Sócrates, que perdió las elecciones anticipadas de junio.

Mostrar comentarios