Los talibanes y un grupo pro Derechos Humanos reiteran que murieron decenas de civiles en el ataque

  • Kabul.- La insurgencia talibán y un grupo afgano de activistas de derechos humanos denunciaron hoy la muerte de decenas de civiles en el bombardeo de la OTAN registrado en la provincia norteña afgana de Kunduz el pasado día 4.

Los talibanes y un grupo pro Derechos Humanos reiteran que murieron decenas de civiles en el ataque
Los talibanes y un grupo pro Derechos Humanos reiteran que murieron decenas de civiles en el ataque

Kabul.- La insurgencia talibán y un grupo afgano de activistas de derechos humanos denunciaron hoy la muerte de decenas de civiles en el bombardeo de la OTAN registrado en la provincia norteña afgana de Kunduz el pasado día 4.

Los talibanes, en un comunicado en lengua pastún remitido a la prensa, aseguraron que cien civiles perdieron la vida en el ataque aéreo, que tuvo lugar en el distrito de Chahar Dara hace tres días.

La insurgencia ofreció una lista de 79 de las víctimas con sus nombres, edad y profesión, 27 de ellas menores de edad, y negó que el bombardeo acabara con la vida de algún talibán.

"Mientras todo el mundo en la zona dice que todos los muertos eran civiles, la OTAN y el portavoz del régimen de Kabul aseguraron que mató a decenas de talibanes", destacaron los insurgentes.

El mismo día del ataque, tanto el Ministerio alemán de Defensa, que tiene el grueso de sus tropas desplegadas en Kunduz, como fuentes oficiales afganas cifraron en medio centenar los muertos en el ataque.

Desde el principio portavoces afganos admitieron que varios civiles habían muerto -alguna fuente dijo en las primeras horas que varias decenas- aunque la mayoría de las víctimas eran insurgentes, mientras que el Gobierno alemán sólo hoy ha admitido la posibilidad de que hayan fallecido civiles.

El bombardeo fue dirigido contra dos camiones cisterna robados por los talibanes que se quedaron encallados en la arena cerca del río Kunduz. Los insurgentes permitieron a la población que se acercara para extraer el combustible de los vehículos.

A las denuncias de víctimas entre la población se unió hoy un nuevo grupo afgano de derechos humanos llamado "Afghanistan Rights Monitor" (ARM), que dijo haber recibido "informes preliminares que indican que entre 60 y 70 no combatientes" murieron en el bombardeo de la ISAF.

"Se cree que más de una docena de hombres armados murieron en el suceso. Sin embargo, parece que la mayoría de las víctimas son no combatientes; algunas quedaron carbonizadas e irreconocibles, de acuerdo con quince entrevistas" realizadas a vecinos de la zona, detalló el organismo.

"Oficiales provinciales afganos se han embarcado en una chocante maniobra política con el objetivo de restar importancia al número de muertos", denunció el ARM, que acusó a las autoridades de "intentar justificar el elevado número de muertos haciéndolos pasar erróneamente como insurgentes en su mayoría".

El ARM, un grupo activista poco conocido en Afganistán, sostuvo que no había "ningún indicio convincente" de que los insurgentes que robaron los camiones cisterna estuvieran preparando un ataque inminente contra las fuerzas internacionales o afganas que justificara la acción de la ISAF.

Criticó además que no se aprecie un "cambio significativo" en el uso del poder aéreo por parte de la OTAN pese a las directrices del nuevo jefe de las fuerzas internacionales, el general Stanley McChrsytal, para reducir las víctimas civiles.

"Los imprudentes ataques aéreos de las fuerzas internacionales han causado grandes pérdidas y daños a no combatientes y han dañado seriamente la credibilidad de la OTAN entre los afganos", mantuvo el director de ARM, Ajmal Samadi.

Tanto la ISAF como el Gobierno afgano han abierto una investigación sobre lo ocurrido.

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