En Reus 

Toca el Gordo en el trabajo y no compró décimo: "Se te queda cara de tonto"

Alegría intensa esta mañana en Industrias Teixidó, porque algunos de los trabajadores de esta fábrica de Riudecols (Tarragona)... pero no para todos. 

Los trabajadores de la industria de automoción Teixidó
Los trabajadores de la industria de automoción Teixidó
EFE

No todos los 450 trabajadores han sido partícipes de la alegría intensa vivida en Industrias Teixidó en Riudecols (Tarragona) cuando se han enterado de que había caído el Gordo de la Lotería de Navidad. No compraron el décimo. Sin querer dar sus nombres, uno de los que no brinda ha indicado que no compró porque es de los que cree que nunca toca. "Te puedes imaginar cómo me siento ahora", apostillado cabizbajo. Su compañero ha reconocido que sí suele comprar, pero que le pasaron los días y no lo llegó a hacer. "Viendo el pellizco que ha llegado hoy aquí se me queda cara de tonto", ha concluido.

Jordi Valero sí compró, y no olvidará cómo este martes estaba en su despacho y, de repente, ha escuchado muchos gritos. Tampoco olvidará el número 72.897. Al salir de la estancia, ya se ha cruzado con gente llorando, otros riendo y otros cantando. "Ya he pensado de qué era y me he puesto muy contento", confiesa. Como ya hizo el año pasado, cuando llevaba un número distribuido a través del centro aragonés el Cachirulo de Reus, que repartió 320 millones, volverá a repartir el dinero entre sus familiares y acabará de pagar el apartamento que compró entonces.

Valero, con una hija en la Academia de los Mossos d'Esquadra y otra que ejerce como maestra, reconoce que tiene su vida encarrilada a nivel económico. Tampoco ha escondido que cada año compra la Lotería de Navidad al comité de empresa. "Hoy estoy muy contento de que me haya tocado dos veces seguidas, pero es algo que nunca pasa en la vida", ha apuntado.

Otro trabajador, Óscar, ha dicho estar temblando por el premio y ha avanzado que con el dinero piensa "tapar agujeros, muchos agujeros" y es que, según ha comentado, en el año 2008 tenía una empresa que tuvo que cerrar por la crisis y todavía arrastra deudas de aquella etapa. "En momentos tan duros como los actuales -ha dicho en referencia a la pandemia de coronavirus- una alegría como este está muy bien", ha agregado, mientras se disculpaba porque quería hablar con su familia.

El caso de Victoria Pérez también tiene que ver con Industrias Teixidó, aunque ella no es trabajadora. Esta mañana no se ha podido reprimir y cuando ha visto por la televisión que era una de las agraciadas de la Lotería de este año ha bajado a la calle para ir a abrazarse con la gente de la administración de La Pastoreta de Reus.

Sin embargo, lo que le quedará en la memoria para el resto de su vida es que el décimo, que con los nervios no recordaba muy bien dónde lo había guardado, lo había adquirido una de sus mejores amigas, trabajadora en la fábrica de Riudecols y que el año pasado ya tuvo también premio en la Lotería de Navidad. Acompañada por una de sus hijas, más que emocionada, vertiendo lágrimas de felicidad, Victoria ha rememorado que junto con otra amiga decidieron pedirle a la compañera de Teixidó que, con la buena suerte del año pasado, se encargara también este año de comprar los números de la lotería.

Y ha vuelto a acertar. Las tres amigas son este 22 de diciembre las poseedoras de tres décimos, premiados cada uno de ellos con 400.000 euros. Con los nervios del momento, Victoria Pérez apenas ha atinado en pensar a qué destinará el dinero, porque, "lo primero será encontrar el billete, aunque seguro que acaba apareciendo", ha precisado. Su hija, apuntaba, además, que su madre lo ha pasado "muy mal y ya tocaba que le tocara algo". La amiga de Industrias Teixidó que ya ganó la lotería el año pasado, les ha contagiado su suerte este año de pandemia.

Mostrar comentarios