Luz verde del Parlamento Europeo al permiso único para inmigrantes en la UE

  • El pleno de la Eurocámara ha dado su visto bueno al permiso único de empleo y residencia para los inmigrantes de terceros países que llegan a la UE y que el año pasado fue rechazada por el Parlamento Europeo (PE) dado que algunos grupos consideraban que se limitaba demasiado su aplicación.

Estrasburgo (Francia), 13 dic.- El pleno de la Eurocámara ha dado su visto bueno al permiso único de empleo y residencia para los inmigrantes de terceros países que llegan a la UE y que el año pasado fue rechazada por el Parlamento Europeo (PE) dado que algunos grupos consideraban que se limitaba demasiado su aplicación.

El nuevo proyecto de directiva de la "ventanilla única" pretende que los trabajadores procedentes de terceros países tengan los mismos derechos sociales que los comunitarios, si bien prevé una serie de excepciones que dejan fuera de esas garantías a los temporeros y las "au pair", entre otros.

La mayoría de la Eurocámara ha aceptado esta segunda versión, más inclusiva, después de que el pasado 14 de diciembre de 2010 los eurodiputados la rechazaran por discriminatoria, en una negativa que encabezaron ecologistas y comunistas y a la que se sumaron, contra pronóstico, los liberales.

Con la fórmula del permiso único se simplifica el actual sistema en el que coexisten veintisiete regulaciones distintas con sus especificidades y plazos diferentes para otorgar los permisos de residencia y trabajo.

El objetivo es armonizar la normativa comunitaria para las personas de terceros países que quieren vivir y trabajar en la Unión Europea (UE) y garantizar los derechos durante el proceso, independientemente del estado en el que se inicien los trámites.

Las autoridades de los países de la Unión tendrán cuatro meses de plazo máximo para decidir sobre una solicitud que podrán presentar tanto el extracomunitario como su empleador en la UE.

Una vez conseguida la carta de trabajo y residencia, el ciudadano extracomunitario recién llegado tendrá derecho, salvo excepciones, a las mismas condiciones laborales, sanidad y seguridad en el puesto de trabajo, oportunidades formativas, reconocimiento de calificaciones profesionales, beneficios fiscales y traslado de los derechos de pensión cuando retorne a su país de origen.

Este último punto, que no se reconocía en la versión de la directiva que fracasó hace un año, ha sido una de las demandas más reiteradas en el PE y, en concreto, por el eurodiputado socialista Javier Cercas, ponente del texto.

Otra mejora para los beneficiarios de esta directiva que pedían casi todos los grupos del PE, el acceso de los parados extracomunitarios a los cursos de formación de las oficinas de desempleo, también ha sido incluida en el texto final.

Por contra, en la lista de personas y derechos excluidos de la directiva, una enumeración que triplica la de incluidos, están aquellas con contrato de un máximo de seis meses, los temporeros, las "au pair", los familiares de los trabajadores que provienen de países con los que la UE tiene acuerdos de libertad de circulación y los beneficiarios de protección internacional.

La ponente del informe en el PE sobre el permiso único, la popular francesa Véronique Mathieu, ha señalado antes del voto que "la directiva de permiso único permite responder en parte a la crisis de mano de obra que se perfila en el horizonte europeo".

Mathieu ha considerado que la iniciativa "posibilita el control" de la mano de obra legal y "permite acabar con las tentaciones de fraude y migración irregular".

Dado que el texto ya fue acordado con la UE, el permiso único se considera definitivamente aprobado y los países tendrán un plazo de dos años para incorporarlo a sus legislaciones nacionales.

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