Valencia (España), 29 mar.- La joven pakistaní de dieciséis años Malala Yousafzai reivindicó hoy "el poder de la palabra" para luchar contra el terrorismo y defendió el derecho a la educación para aprender no sólo conocimientos de materias sino "igualdad" y "a respetar la cultura y la religión de otros".
Malala recogió hoy en Valencia (este) un premio en favor de la convivencia otorgado por la Fundación Manuel Broseta para reconocer su propia experiencia.
La adolescente sobrevivió a un atentado talibán por defender el derecho de las niñas a ir a clase y hoy recordó que cuando los terroristas bombardearon las escuelas y se prohibió a las niñas ir al colegio y a las mujeres al mercado, se dio cuenta "del poder de la educación en las mujeres y de lo importante que era hablar".
"Teníamos dos opciones, estar calladas y morir o hablar y morir y decidimos hablar", dijo Malala, quien entonces descubrió que "la voz tiene poder, la gente escucha cuando hablamos; no se trata de combatir el terrorismo con la violencia sino con las palabras".
La joven aseguró que en su país 57 millones de niños no tiene acceso a la educación y se ven "privados de sus derechos humanos fundamentales" porque en el colegio "no sólo se aprende física, química o matemáticas sino se aprende la igualdad porque sentados uno al lado del otro se aprende a respetar la cultura y la religión del otro".
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios