Mali, unas elecciones "imperfectas" para "legitimar" el proceso político

  • El investigador del Observatorio Político y Electoral del Mundo Árabe y Musulmán (OPEMAM), David Nievas, considera que la importancia de las elecciones presidenciales malienses, a pesar de ser "imperfectas", radica en que permitirán a la población "dotarse de un gobierno legítimo".

Jorge Fuentelsaz

Argel, 26 jul.- El investigador del Observatorio Político y Electoral del Mundo Árabe y Musulmán (OPEMAM), David Nievas, considera que la importancia de las elecciones presidenciales malienses, a pesar de ser "imperfectas", radica en que permitirán a la población "dotarse de un gobierno legítimo".

"Las elecciones presidenciales del 28 de julio son la oportunidad para la población de Mali de dotarse de un gobierno legítimo salido de las urnas. El gobierno interino actual carece del liderazgo y de la legitimidad necesaria para seguir gestionando el país", aseguró Nievas a Efe, que está en Bamako para seguir de cerca el proceso electoral.

Siete millones de malienses, que han sufrido año y medio de guerra y crisis política con la rebelión tuareg del norte del país, que estalló en enero de 2012 y con el golpe de Estado que dos meses después acabó con el orden constitucional, están llamados a las urnas.

Una cita electoral, que como asegura Nievas, para muchos observadores "es precipitada y puede afectar a la credibilidad de las elecciones y, por tanto, a la legitimidad del próximo presidente".

Sin embargo, según el miembro de este observatorio de la Universidad Autónoma de Madrid, el "gobierno interino ha admitido que las elecciones se harán de forma imperfecta y ha hablado con los diferentes partidos políticos para que acepten los resultados".

"La gran parte de los partidos políticos están de acuerdo en la celebración de las elecciones" indicó Nievas, para quien "en cuanto a las deficiencias encontradas en las listas electorales, no parece que vayan a beneficiar a un candidato sobre otro".

El último gran escollo salvado por las autoridades para llevar a buen puerto la cita electoral fue la firma del alto el fuego con los rebeldes tuareg que controlaban parte de la provincia septentrional de Kidal, el pasado 18 de junio en Burkina Faso.

El acuerdo puso fin a 17 meses de conflicto armado y abrió las puertas a celebrar los comicios en todo el territorio y a unas conversaciones de paz, que deberían echar a andar dentro de dos meses.

Por otra parte, entre los 27 candidatos que han participado en la carrera electoral, Nievas ha destacado a dos de ellos: Sumaila Cissé e Ibrahim Bubacar Keita.

Para el investigador, Cissé cuenta con visibilidad debido a que dirigió la Unión Económica y Monetaria de África Occidental entre 2004 y 2011 y es evidente que, al menos en Bamako, los carteles de su partido Unión por la República y la Democracia son los más visibles "algo a tener en cuenta para ser elegido cuando la ideología no domina el panorama político".

No obstante, Nievas considera que "Ibrahim Bubacar Keita es el favorito para ganar estas elecciones". Según apuntó, Keita no se ha visto afectado por "la erosión que ha sufrido la clase política maliense, puesta de relieve tras el golpe de Estado".

Según Nievas, Keita "se ha beneficiado de no haber sido confundido con la denostada gestión del expresidente (derrocado por la asonada militar) Amado Tumani Turé y los partidos que le apoyaron, muchos de los cuales se presentan a las elecciones del 28 de julio".

Junto a los dos favoritos que apunta el investigador, otros dos nombres suenan también en las quinielas de los analistas y los medios como candidatos con opciones: El ex primer ministro Modibo Sidibé y el candidato del mayoritario partido Adema, Dramane Dembelé.

Quien salga vencedor, asegura Nievas, deberá hacer frente además de al terrorismo de los grupos salafíes armados y a la rebelión armada tuareg, "al desarrollo socio-económico y la seguridad alimentaria".

"El próximo presidente hereda un país frágil, salido de una guerra y, sin duda, lo anterior no lo podrá acometer sin una refundación del país con un gobierno sólido y ejerciendo el control civil y militar en todo el territorio mientras mantiene la paz en el norte", indicó.

Asimismo, advirtió de la posibilidad del estallido de violencia intercomunitaria "si el próximo gobierno no presta la atención debida a la reconciliación y al desarrollo de las poblaciones del norte".

Además, Nievas llamó la atención sobre la importancia del papel de la junta militar golpista y a su cabeza el capitán Amado Haya Sanogo.

Según el investigador, "parece que desde la intervención militar de París (el pasado enero) ha habido cierta marginación de su capacidad de influencia en el poder".

"No olvidemos que el golpe, aunque no la forma en que se fraguó, fue bien visto por una gran parte de la población maliense", dijo, antes de advertir de que "la reacción del capitán y sus seguidores a los resultados de las elecciones es algo a tener en cuenta".

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