Malik busca amigos que le ayuden a él y a otros niños a esquivar el VIH

Teresa Díaz.

Madrid, 22 nov.- Malik Sekuru está aún en el vientre de su madre. Nacerá en Zimbabue el próximo mes de febrero, pero ya está buscando amigos que le ayuden a él y a otros niños a esquivar la condena del VIH.

Llegar a un millón de amigos es el objetivo de la campaña de microdonaciones lanzada hoy por Médicos Sin Fronteras (MSF), en la víspera del Día Mundial del Sida, con el objetivo de lograr "una generación libre" de este virus.

Cada dos minutos nace un niño infectado. Afortunadamente no será el caso de Malik, a pesar de que su madre es seropositiva.

Este futuro bebé simboliza a todos aquellos niños que han nacido libres del virus del sida gracias a que sus madres han seguido un tratamiento durante el embarazo.

El tratamiento de prevención de la transmisión del VIH de madre a hijo reduce a menos del 5 por ciento la probabilidad de que el bebé contraiga el virus durante el embarazo, el parto o la lactancia.

Para hacerse amigo de Malik basta con enviar un SMS con la palabra AMIGO al 28033; el importe íntegro del mensaje (1,20 euros) se destinará a los proyectos de VIH/sida de MSF en Zimbabue.

Este gesto da acceso a una clave para entrar en una página web en la que se podrán seguir los últimos meses antes del nacimiento de este pequeño y sus primeras semanas de vida, su día a día y el de su entorno más cercano.

Malik contará en primera persona, a través de postes, fotos y vídeos cómo se desarrollan el embarazo de su madre y el parto, quién es el médico que les atiende, cómo es su pueblo o las amigas de su madre y, en general, cómo es la lucha contra el sida en Zimbabue.

Según ONUSIDA, 330.000 niños contrajeron el VIH en 2011 porque sus madres eran seropositivas y se infectaron durante el embarazo, el parto o la lactancia.

A pesar de estas dramáticas cifras, los responsables de MSF creen que hay motivo para la esperanza.

Así lo ha asegurado Paula Farias, portavoz de la campaña y expresidenta de MSF, quien ha subrayado que "estamos en un momento crucial" de la lucha contra el sida, ya "que por primera vez tenemos en nuestras manos darle la vuelta a treinta años de pandemia".

La clave, ha resaltado, es el abordaje paciente a paciente y las mujeres embarazadas están en primera línea de frente.

Y esto es lo que hace MSF con su programa de prevención.

En primer lugar se anima a la mujer a que se haga la prueba del VIH cuando acude al hospital y dice que está embarazada.

Esta prueba es decisiva para iniciar el tratamiento lo antes posible.

La madre puede transmitir el VIH al feto, pero también durante el parto y dándole el pecho, ya que la leche materna está infectada.

Tan pronto como nace el bebé se le comienza a administrar Nevirapine, un medicamento antirretroviral. A las seis semanas se examina al niño y se le hace la prueba para saber si el programa ha dado resultado y está libre del virus.

El tratamiento es sencillo y barato: sólo 95 euros, frente a los 10.000 que costaba el tratamiento por persona y año.

Farias ha explicado que esta reducción del precio ha sido posible gracias a la lucha de muchas ONG, entre ellas MSF, que consiguió que el mercado de los genéricos entrara en juego.

Los antirretrovirales que Médicos Sin Fronteras utiliza en sus programas son genéricos procedentes de la India, país que se ha convertido en "la farmacia de África", y que algunas farmacéuticas como Novartis "están poniendo en peligro".

"Si desapareciera este mercado sería una tragedia", ha puesto de relieve Farias.

El responsable de operaciones de MSF en Zimbabue, Luis Encinas, ha denunciado que cada año nacen 15.000 nuevos niños infectados en este país del África subsahariana, donde 1.200.000 pequeños son huérfanos.

"El niño que no tiene acceso a esos tratamientos se convierte en una víctima", ha indicado.

Aunque en los 30 minutos que ha durado la presentación de la campaña, 15 niños han nacido con VIH, Farias ha querido acabar con una nota de esperanza al señalar que gracias a los tratamientos preventivos más de 600.000 niños lo han esquivado.