No abandona el PP

Juan José Cortés: "Entré en una guerra de poderes en la que yo era una víctima"

  • El padre de la pequeña Mari Luz asegura que se arrepiente de entrar en política, aunque "lo volvería a hacer". 
El diputado del PP por Huelva Juan José Cortés
El diputado del PP por Huelva Juan José Cortés

El destino ha querido que muchos casos que en su día conmocionaron a España vuelvan a estar de actualidad esta semana. Ayer mismo los padres de Marta de Castillo escuchaban la noticia de que un juez ordenaba  reabrir la investigación del asesinato de la joven sevillana en 2009. Un día antes, la madre del niño pintor, desaparecido hace 31 años, se alegraba de que el caso de su hijo no estuviera guardado para siempre en un cajón. La semana pasada la pequeña Mari Luz volvió a la mente de todos los que recuerdan aquel 13 de enero de 2008 cuando una niña de cinco años desapareció cuando salió a comprar chucherías y su cuerpo apareció 54 días después tras ser asesinada por un pederasta que debería haber estado en prisión. Ahí empezó la lucha de su padre, Juan José Cortés que, en su afán de que no existan más casos como el de su hija, acabó fichando por el Partido Popular. Con el paso del tiempo se arrepiente de entrar en política por "todos los golpes que me he llevado". En una entrevista con La Información echa la mirada atrás y hace balance: "Entré en una guerra de poderes en la que era una víctima". Pero  "lo volvería a hacer". 

El padre de la pequeña Mari Luz asegura que "me duele el cuerpo de recibir golpes. No merezco lo que me han hecho. Nadie se merece perder un hijo y recibir tantos golpes como yo. Desde que entré en política solo he recibido golpes". Y asegura que no es una crítica a la clase política ni contra la cúpula del PP, pero Cortés denuncia la "guerra de intereses que hay dentro de los partidos políticos a nivel local". Cree que "se vuelven territoriales e intentan defender su parcela a costa de los intereses generales de los ciudadanos". Su nombre desapareció de la lista de los populares para el Congreso de los Diputados como número uno por Huelva en las pasadas elecciones. Su llegada al partido fue de la mano de Rajoy, cuando fue fichado como asesor en temas de justicia. Era el año 2010. Fue con Pablo Casado como presidente de los populares, en 2018, cuando se afilió. Y cuando logró un escaño en el Congreso de los Diputados. No volvió a estar en esa lista. 

Pero con todo, Cortés no abandona. Sí dejó Vox esta semana Antonio del Castillo por "cosas que no me gustaron políticamente hablando". Fue el mensaje que dejó escrito en su cuenta de Twitter y en conversación con este diario aseguró que no quería dar más explicaciones. No es el caso de Cortés, que  "no estaré lejos de política porque es necesaria para seguir reivindicando las causas nobles que los ciudadanos intentamos llevar hacia delante". Fue uno de los rostros que impulsó la prisión permanente revisable junto a otro padre coraje que sin entrar en política es uno de los rostros visibles de que el Código Penal siga contemplando la mayor pena: Juan Carlos Quer. "En este sentido él es muy inteligente o a lo mejor yo soy demasiado torpe", reflexiona. 

Porque el que ha sido reflejo de toda España, cuando desesperado buscó a su hija durante los casi dos meses que estuvo desaparecida "perdiéndolo todo", recuerda cómo aquella imagen "al entrar en política al final se mancha". "Ahora me dan mucha caña sin saber por qué", se pregunta. "Yo no busco ningún interés personal", insiste. Cortés asegura que ha perdido "mucho". Cuando asesinaron a su pequeña él estaba al frente de una empresa cuya facturación podría ascender a los dos millones de euros. "Era la previsión que tenía en 2008", puntualiza. Pero el 13 de enero de 2008 desapareció la pequeña y "la facturación de las dos obras que tenía entre manos la destiné a pagar su búsqueda". Cuando llegó la funeraria "no tenía dinero para pagar los 7.000 euros que costó el entierro de mi hija", lamenta. 

Asegura que no pudo volver a ponerse al frente de esa empresa. Sigue recordando como si fuera ayer las tardes en las que iba al colegio a recoger a su hija  "y me la llevaba a la oficina que trasladé del centro de Huelva a la zona de los colegios". Allí, en la sala de reuniones, pintaba "sentada en la mesa ovalada que había". Ese recuerdo es el que según Cortés le impidió volver a tomar las riendas de una empresa que acabó cerrando. "En mi cabeza solo existía el perseguir justicia para mi hija e intentar solucionar el error que había provocado su muerte". Poco a poco fue pagando el sepelio. "Los familiares me dijeron que me ayudaban, pero dije que no, que su entierro lo pagaba yo".

Esos "durísimos meses" en los que emprendió su lucha por la prisión permanente revisable,  así como por hacer que la justicia sea más ágil y efectiva con la recogida de firmas le llevan a su fichaje por el Partido Popular. Desde la pérdida de Mari Luz cobraba una pensión que pierde "cuando entro en la arena política en la que he perdido 12 años de mi vida luchando por algo que al final la gente ni te reconoce ni te recompensa". La pérdida de su hija tampoco lo recompensará nunca nada ni nadie. Y por ella seguirá en su lucha hasta que el TS reconozca "total y absolutamente la responsabilidad del Estado en su muerte". 

El Ministerio de Justicia pagará 60.000 euros a Cortés y a su mujer, Irene Suárez, en concepto de responsabilidad patrimonial por la muerte de Mari Luz a manos del pederasta Santiago del Valle, al reconocer la causalidad entre la muerte y el funcionamiento anormal de la administración de Justicia. "Resulta evidente la relación de causalidad entre el funcionamiento anormal de la Administración de Justicia, la demora en la ejecución de las penas de prisión -de más de dos años- a que había sido condenado Del Valle, y el propio asesinato, pues resulta evidente el estadio previo peligroso del responsable antes de la comisión del asesinato de la menor". Ello porque Del Valle debería de haber estado cumpliendo prisión cuando sucedieron los hechos al tener pendiente una condena de más de 33 meses por, entre otros, un delito de abusos sexuales sobre su hija, que tenía que haberse ejecutado en el 2006.

Pero Cortés no descansará aquí. "Recurriremos la sentencia", asegura, "porque creo que por honor, por orgullo y por hacerle justicia a nuestra hija aquí cada uno tiene que pagar por lo que ha hecho, pasando por Santiago del Valle, el juez o la secretaria judicial", cuyas penas tacha de irrisorias. Del dinero de la indemnización tiene claro que lo destinará a hacer un estatua homenaje "a mi hija en la plaza que llevará su nombre o a cualquier labor humanitaria. Nosotros de ese dinero no queremos saber nada".

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