MADRID, 7 (CHANCE)
Mario Vargas Llosa, que sigue sin querer hacer declaraciones sobre su historia de amor con Isabel Preysler, no se separa de su nueva pareja y acude diariamente a su casa. Un día más, el Premio Nobel, que reside en un conocido hotel desde que se divorció, acudió al domicilio de la viuda de Miguel Boyer.
Solo, pensativo y sin hacer declaraciones, Mario, que lucía informal con pantalón azul y camisa azul de manga corta, salió del hotel a primera hora de la tarde y se marchó en un coche que le esperaba en la puerta. En estos delicados momentos en los que mantiene una delicada relación familiar con sus hijos Gonzalo y Morgana, se refugia en Isabel, un gran apoyo para él.
Y es que ahora mismo existen dos posiciones medianamente definidas en el seno del clan peruano. Por un lado están*Patricia y sus hijos pequeños, Gonzalo y Morgana; y por el otro,*Mario y su primogénito, el ensayista y periodista Álvaro Vargas Llosa. Los benjamines de la familia llevan ya una semana en Madrid*protegiendo y arropando a su madre.
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