Más de 100 evacuados y 700 hectáreas calcinadas por los incendios del Pirineo

Lleida, 8 mar.- Más de un centenar de personas han sido desalojadas preventivamente de sus domicilios a causa de los cuatro incendios forestales que desde este mediodía han calcinado cerca de 700 hectáreas de vegetación en el Pirineo de Lleida, según los últimos datos de los Bomberos de la Generalitat.

Los incendios de El Pont de Suert, Valls de Valira y Baix Pallars continúan activos y sin control, mientras que el de Coll de Nargó, en el municipio de Montanissell, se encuentra en fase de control desde las 18.00 horas, según han informado los Bomberos.

El incendio más importante de estos cuatro es el que quema en el término municipal de Baix Pallars, en el Pallars Sobirà, y que ha afectado una superficie de unas 300 hectáreas, a la vez que ha obligado a desalojar a una veintena de familias de los pequeños núcleos de Bresca, Useu y Baén, mientras que los de Peramea han sido confinados en sus casas.

Medio centenar de dotaciones terrestres de los Bomberos trabajan en la extinción de este incendio, que mantiene cortada la carretera N-260 en Sort, entre los kilómetros 285 y 285,5.

También sigue sin control el incendio forestal de Valls de Valira, en el Alt Urgell, que continúa avanzando y habría afectado ya unas 250 hectáreas.

A causa de este incendio se ha desalojado preventivamente a unos 80 vecinos del núcleo de población de Calbinyà, así como dos masías aisladas en las que había seis personas en cada una de ellas.

Otras trece dotaciones terrestres de los Bomberos trabajan en las tareas de extinción del fuego que quema en El Pont de Suert, en la zona del barranco Viu de Llevata, que ha calcinado unas 80 hectáreas de bosque y sigue propagándose, ya que ha saltado la carretera N-260, que está cortada a su paso por este municipio.

El único fuego que está en fase de control es el de Coll de Nargó, que según datos provisionales ha afectado unas 65 hectáreas.

Las tareas de extinción están siendo muy complicadas por las fuertes rachas de viento, que en muchos casos han impedido la intervención de los medios aéreos, y la grave sequía que sufre el territorio.