Más del 37 % de los pacientes en Urgencias sufre errores en la medicación

  • Hasta un 37 % de los errores en las salas de urgencias son causados por la medicación de estos pacientes, según han informado hoy médicos de este área y farmacéuticos de hospital, que han elaborado el primer protocolo para reducir los problemas relacionados con la seguridad de los enfermos.

Madrid, 22 abr.- Hasta un 37 % de los errores en las salas de urgencias son causados por la medicación de estos pacientes, según han informado hoy médicos de este área y farmacéuticos de hospital, que han elaborado el primer protocolo para reducir los problemas relacionados con la seguridad de los enfermos.

La elaboración de este consenso surgió al detectar los farmacéuticos de Urgencias que el manejo de la medicación habitual es una responsabilidad que "inicialmente no es atendida por ninguno de los profesionales que se encarga del paciente que ingresa en este servicio, ya que es el motivo de la consulta lo que capta toda la atención".

La doctora Beatriz Calderón, miembro del Grupo de Trabajo de Atención Farmacéutica en Urgencias de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, ha precisado que hasta un 37 % de los errores que se producen en estos servicios son causados por la medicación.

Hasta un 12 % de los pacientes que visita Urgencias sufre otros errores relacionados con la seguridad, ya que, además de los relacionados con la medicación, que son los más frecuentes, existen otros que están vinculados con la higiene, el dolor o la rapidez en las actuaciones.

La persona que visita urgencias tiene contacto con varios médicos de distintos niveles asistenciales y cada uno de ellos aborda diferentes problemas de salud.

La finalidad de este protocolo es, según ha expuesto la experta, garantizar la seguridad y la calidad de la farmacoterapia durante la asistencia sanitaria urgente, así como resolver desde el inicio los problemas relacionados con los medicamentos y evitar que éstos se transmitan al área de hospitalización en aquellos pacientes que terminen ingresando.

Según Calderón, el farmacéutico de urgencias debe ser el profesional responsable de liderar el programa de conciliación y elaborar la historia farmacoterapéutica del paciente y así colaborar junto con la enfermería y el médico en la prevención de errores de medicación derivados de interrupciones, continuaciones o modificaciones no deseadas.

Para facilitar el trabajo del farmacéutico, el documento hace una selección y diferencia qué fármacos son de alto riesgo, por lo que tienen que ser revisados en las cuatro primeras horas desde la atención del paciente y, por el contrario, qué otros productos pueden esperar hasta 24 horas de dicha evaluación.

De esta forma, el protocolo ayudará a que los pacientes reciban de forma adecuada todos los tratamientos necesarios que estaban tomando previamente, con la dosis, la vía y la frecuencia correctas y adecuados a su situación actual, así como la nueva prescripción en el hospital.

En el texto se recomienda revisar el último informe de alta de hospitalización -si es reciente-, la última prescripción de recetas de Atención Primaria, solicitar al paciente/cuidador si tienen alguna hoja actualizada de medicación y comprobar la veracidad en la toma de los tratamientos que no tienen una indicación clara, ya que estos son susceptibles de abandono a causa de los efectos adversos o por falta de eficacia, como los antidepresivos, los ansiolíticos y los antipsicóticos en ancianos, entre otros.

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