Más del 40% de los niños con obesidad en España también sufre apnea del sueño

  • Más del 40% de los niños que sufren obesidad en España padece también síndrome de apnea-hipopnea del sueño (SAHS), según los datos preliminares del estudio NANOS, realizado por investigadores españoles.

Madrid, 12 mar.- Más del 40% de los niños que sufren obesidad en España padece también síndrome de apnea-hipopnea del sueño (SAHS), según los datos preliminares del estudio NANOS, realizado por investigadores españoles.

La doctora María Luz Alonso, miembro de la Sociedad Española de Neurología y Cirugía Torácica (SEPAR), ha desvelado los primeros datos de esta investigación, en una rueda de prensa convocada con motivo de la celebración el 16 de marzo del Día Mundial del Sueño, bajo el lema "Respira bien, duerme mejor".

En el estudio, realizado entre 250 niños con exceso de peso para su talla, han participado centros hospitalarios de Barcelona, Burgos, Santander, Cáceres, Vitoria y Palma de Mallorca.

La experta ha precisado que la prevalencia de ronquido en la población infantil obesa se sitúa por encima del 50%, mientras que el SAHS afecta a entre el 2 y el 4% de los niños españoles, con un pico de prevalencia entre los 2 y 8 años, estableciéndose así como una de las patologías más frecuentes de la infancia.

A pesar de estas evidencias, esta dolencia sigue siendo infradiagnosticada y menos del 30% de los profesionales médicos realizan detecciones rutinarias de los ronquidos en edad escolar y adolescente.

De la investigación se desprende que los menores que duermen poco tienen mayor riesgo de sobrepeso y esto, a su vez, provoca el padecimiento de apnea del sueño, lo que puede conllevar importantes consecuencias para su salud.

El SAHS se define como un trastorno de la respiración durante el sueño caracterizado por una obstrucción parcial o completa y prolongada de las vías respiratorias superiores, hecho que conlleva una alteración de la ventilación normal durante el descanso.

Sus principales síntomas son ronquidos nocturnos habituales -a menudo con pausas intermitentes, resoplidos o jadeos-, trastornos del sueño y problemas de comportamiento diurnos como somnolencia, falta de atención o cansancio.

Alonso ha recordado que la obesidad es una de las enfermedades más comunes en el hemisferio norte y su prevalencia sigue avanzando, especialmente, en edades muy jóvenes.

A parte de los trastornos psicológicos que se pueden desarrollar en un niño obeso, tales como la depresión o las relaciones sociales deficientes, existe un riesgo muy elevado de padecer complicaciones gastrointestinales que pueden desembocar en enfermedades hepáticas y varias otras comorbilidades, como el síndrome del intestino irritable.

Asimismo, ha proseguido, los niños obesos tienen un mayor riesgo de sufrir varios trastornos, especialmente aquellos que afectan a los sistemas cardiovascular y metabólico.

La presencia de obesidad representa un "riesgo latente" de acentuar el síndrome de apnea-hipopnea del sueño, que puede corregirse con una intervención quirúrgica denominada adenoamigdalectomia, consistente en la extirpación de anginas y vegetaciones.

Otro tratamiento se basa en el uso de aparatos de presión positiva de la vía aérea, denominados CPAP, del ingles "continuous positive airway pressure", que se aplican fundamentalmente en adultos.

La doctora ha argüido que ambos problemas, obesidad y apnea, comienzan a desarrollarse en una etapa muy temprana de la vida, la infancia, aunque el verdadero impacto de las enfermedades inflamatorias se hace patente a largo plazo, durante la edad adulta.

Alonso ha subrayado que el riesgo de desarrollar severas dolencias cardiovasculares o metabólicas es mayor en los niños con obesidad.

"Tales hallazgos clínicos deberían alertar al personal sanitario de que el reconocimiento y el tratamiento de la obesidad y el SAHS es de suma importancia y urgencia en niños, de la misma forma que es necesario la búsqueda activa de apnea del sueño en la población infantil obesa", ha concluido.

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