Más lluvias amenazan con agravar la situación en el noreste de Australia

  • Sídney (Australia).- Las inundaciones en el noreste de Australia, las peores de las últimas cinco décadas, han causado enormes daños en la región, sobre la que continúa el riesgo de que la situación empeore con la presencia hoy de más lluvias.

Más lluvias amenazan con agravar la situación en el noreste de Australia
Más lluvias amenazan con agravar la situación en el noreste de Australia

Sídney (Australia).- Las inundaciones en el noreste de Australia, las peores de las últimas cinco décadas, han causado enormes daños en la región, sobre la que continúa el riesgo de que la situación empeore con la presencia hoy de más lluvias.

Diez personas han muerto desde las primeras riadas, se han evacuado a unos 4.000 residentes y el número de damnificados supera los 200.000, además los daños totales rondarán los 5.000 millones de dólares (3.772 millones de euros), según estimación de la primera ministra del estado de Queensland (noreste), Anna Bligh.

Las riadas e inundaciones han entrado en 40 comunidades y han dejado 1.200 viviendas anegadas y otras 10.700 dañadas.

El nivel del agua alcanzó hoy su punto máximo en algunas poblaciones y luego comenzó a remitir, pero otras localidades se encuentran amenazadas por más precipitaciones.

En Rockhampton, una de las urbes más afectadas, con unos 70.000 habitantes, el peligro ha pasado, después de que el caudal del río Fitzroy no llegase a los temidos 9,4 metros de altura que habían vaticinado los entendidos.

El alcalde de la población, Brad Carter, señaló que pasarán al menos tres semanas antes de que el agua del Fitzroy baje de los 8,5 metros, el nivel de desbordamiento, y se pueda empezar a transitar con algo de normalidad y reabrir el aeropuerto.

En Rochkampton hay 200 casas inundadas y 3.000 edificios afectados, están cerrados el aeropuerto y el acceso por ferrocarril, pero ha permanece abierta una carretera por la que entran camiones con víveres desde Mackay, situada unos 330 kilómetros al norte.

Carter indicó que las tareas de reconstrucción, cuando comiencen, se prolongarán durante por lo menos 12 meses.

Los 3.800 vecinos de Saint George han recibido la buena noticia de que el caudal del río Balonne, a cuya orilla se encuentra el pueblo, no llegará a los 14 metros previstos y no perderán ninguna de sus casas.

A unos 200 kilómetros al sur de Rockhampton, en Theodore, hoy llovió y se pospuso por lo menos 24 horas el regreso de sus habitantes.

Más tormentas amenazan la Costa Central, las Islas Whitsunday y las localidades de Clermont, Yeppoon y Moranbah en el interior, a unos 500 kilómetros del litoral.

En el extremo más septentrional de Queensland, en la península de York, que se había librado de la catástrofe, crece una depresión que puede provocar riadas en Port Douglas, Mareeba, Cooktown y Daintree, según la oficina de Meteorología.

Las inundaciones se desplazan hacia el sur, hacia el nordeste del estado de Nueva Gales del Sur (este), donde las localidades de Lismore, Coraki y Kyogle ya quedaron aisladas a finales de diciembre.

El Gobierno ha aprobado una partida de 76,8 millones de dólares (58,6 millones de euros) para que los ayuntamientos pongan en marcha las reparaciones más urgentes.

La primera ministra de Australia, Julia Gillard, reconoció hoy que las inundaciones dañarán la economía, pero mantuvo su promesa de que los presupuestos estatales de 2012/2013 ofrezcan superávit, a pesar de que algunos economistas prevean que las pérdidas de ingresos en exportaciones superarán los 9.000 millones de dólares (6.859 millones de euros).

Las inundaciones han paralizado 40 yacimientos de carbón de Queensland, estado de donde sale el 35 por ciento de las exportaciones australianas de este mineral y que explotan mineras como Rio Tinto, BHP Billiton, Anglo American y Xstrata.

Fuentes de Dalrymple, el principal puerto exportador de carbón de Australia, indicaron hoy que a menos que las minas reabran durante el fin de semana tendrá problemas para mantener las operaciones.

El ministro del Interior, Brendan O'Connor, quien hoy visitó Rockhampton, afirmó que la reparación de la red de infraestructuras será fundamental para la economía de Queensland.

"Las infraestructuras son el sistema sanguíneo de Queensland. Necesitamos que vuelvan a estar operativas lo antes posible", manifestó O'Connor.

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