Médicos Sin Fronteras abandona un centro de refugiados en Sicilia ¡por hacinamiento!

    • El puerto de Pozzallo ha acogido este año a alrededor de 15.000 personas, lo que supone el 10% de todos los refugiados que llegan a Italia por mar. Está preparado para albergar a apenas 220.
    • Laorganización médico-humanitariaya venía denunciando hace tiempo "las inaceptables e inhumanas condiciones" del lugar.
El tráfico de refugiados está a punto de superar al narcotráfico
El tráfico de refugiados está a punto de superar al narcotráfico

Inaceptables, inhumanas, inviables para combatir enfermedades como la sarna, en medio del peor hacinamiento... Así describe laorganización humanitariaMédicos sin Fronteras (MSF) las instalaciones del centro de acogida de refugiados situado en la localidad siciliana de Pozzallo (Italia). Por estos motivos, sus voluntarios acaban de abandonarla, rendidos y resignados ante el peor de los escenarios.

El lugar tiene capacidad para 220 personas, pero a lo largo de esta año han pasado por allí más de 15.000. De este modo, la ONG ha cesado su labor allí, dadas las condiciones insalubres e indignas que viven los refugiados en este emplazamiento, donde, como ya denunció en noviembre, las personas malviven hacinadas y se vulnera su dignidad y derechos.

La ONG ya trasladó mediante un informe a las autoridades italianas la situación que viven las personas refugiadas en el centro de recepción de migrantes de Pozzallo, donde los refugiados viven en “condiciones inaceptables” y de “hacinamiento”.

Este miércoles han abandonado definitivamente su labor en este lugar, después de que las autoridades desoyeran sus reclamas, según denunció MSF. El documento que presentaron en noviembre ante la Comisión Parlamentaria italiana denunciaba que el centro tenía una estructura inadecuada y, muchas veces, superpoblada.

El coordinador general de Médicos sin Fronteras en Italia, Stefano di Carlo, justificó la decisión de su organización afirmando que “a pesar de nuestras demandas, la saturación, la falta de protección y de información legal y las precarias e indignas condiciones en las que la gente es recibida en Sicilia se mantienen”.

En este sentido, desde MSF afirmaron que el enfoque de emergencia del centro de acogida de Pozzallo “no da respuesta de una manera estructurada y eficaz a las necesidades de las personas más vulnerables”, algo que provoca consecuencias negativas sobre la salud y dignidad de estas personas.

El puerto de Pozzallo ha acogido este año a alrededor de 15.000 personas, lo que supone el 10% de todos los refugiados que llegan a Italia por mar.Denuncias reiteradas

"El centro tiene instalaciones sanitarias que muchas veces no funcionan. Además, no ofrece un espacio adecuado para dar determinados tratamientos, como por ejemplo la sarna, y no hay garantías de privacidad. En definitiva, el centro no constituye un lugar de recepción decente", había advertido MSF en noviembre pasado. La doctora Claudia Lodesani, coordinadora de la ONG en ese país, manifestó en esa oportunidad: "Hoy, más que nunca, necesitamos un sistema de recepción que tome en consideración las necesidades de aquellos que han sufrido experiencias traumáticas. Desde el primer momento que ponen un pie en Italia, los servicios deben ofrecer mayor protección -incluido un rápido acceso a la atención médica-, áreas apropiadas para mujeres y niños, y asesoramiento legal adecuado. Es crucial que las personas más vulnerables, como por ejemplo las víctimas de la violencia, sean identificadas lo más pronto posible."

En un informe presentado en el Parlamento italiano ante la Comisión de Recepción de Migrantes el pasado 17 de noviembre, MSF suplicó medidas que mejoraran las condiciones del centro de Pozzallo: "Las personas que viven allí no reciben ningún tipo de información legal y, más aún, no pueden dejar el centro o llamar a sus familiares porque no tienen acceso a teléfonos o tarjetas telefónicas".

Finalmente, los voluntarios advirtieron: "El derecho de las personas a la atención médica y psicológica debe ser considerado una prioridad. Tiene que ser protegido y garantizado. Esas personasdeben ser tratadas de forma humana y con dignidad."Por lo visto, ninguna de las autoridades italianas y de la UE ha escuchado sus súplicas.

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