El mes loco de Adil Rami

El pasado 18 de mayo en Basilea, Adil Rami levantaba al cielo el trofeo de la Europa League con el Sevilla. Casi un mes después, el miércoles en Marsella, fue uno de los protagonistas en la clasificación de Francia para los octavos de final de la Eurocopa, con una asistencia de oro Antoine Griezmann.

Ese pase medido ya en el minuto 90 encontró la cabeza rubia del atacante del Atlético de Madrid, que marcó cuando el partido iba 0-0. Desatascó la situación, Francia terminó ganando 2-0 y llegando a los octavos.

Pero hace justo un mes, Rami estaba centrado en la misión del Sevilla de jugar dos días más tarde la final de la Europa League.

Didier Deschamps, el seleccionador de Francia, le había dejado inicialmente fuera de la lista de 23 seleccionados para la Eurocopa en su país, lo que había supuesto una pequeña gran decepción.

En el St Jakobs Park de Basilea fue titular en la final de la Europa League contra el Liverpool inglés, al que los andaluces ganaron 3-1. Días después, eso sí, el Sevilla cayó en la final de la Copa del Rey contra el Barcelona (2-0).

Pero la gran alegría para Rami iba a llegar por la desgracia de un compañero.

El 24 de mayo, Francia descartó definitivamente de su lista a Raphaël Varane, su baluarte defensivo, por una lesión en el muslo de la pierna izquierda.

Rami, de 30 años, había sido titular a las órdenes de Laurent Blanc (2010-2012), pero no había sido llamado por Deschamps desde junio de 2013. Hasta ese día, como solución de emergencia.

En la Eurocopa ha sido ya titular en los dos partidos y su asistencia ante los albaneses le colocó en un lugar todavía más protagonista, invirtiendo ya del todo la curva de la confianza, hacia la buena dirección.

"Soy futbolista profesional, a veces me pasa, hacer cosas así", declaró a un periodista de la televisión francesa, que no ocultaba su sorpresa por el gesto técnico del que había sido capaz.

En la zona mixta después del partido, la cuestión de si la acción puede acallar las críticas circulaba libremente.

"De todas formas, incluso aunque mañana estuviera perfecto, es vuestro trabajo criticarnos. Lo más importante es que no recibamos goles. Y si encima puedo aportar algo en ataque, perfecto", comentó.

Hace dos semanas, en su regreso a la selección contra Camerún (3-2) en Nantes, hizo un mal partido.

"Tengo que volver a aprender a jugar con mis compañeros, a conocerles mejor. Soy consciente del partido que he hecho. Sé que estoy reconciliándome con la selección francesa. Tengo que esforzarme seguramente más que los demás", admitió.

En quince días la metamorfosis impresiona, en un jugador que tiene 30 años.

La actitud de Rami en este inicio de Eurocopa y los frutos que empieza a obtener demuestran la personalidad que tiene el defensa del Sevilla y también añade un punto positivo a Deschamps, por su apuesta.

La única incertidumbre es cómo puede responder ante adversarios con más estrellas y un fútbol más de calidad que el de rumanos y albaneses.

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