México.- Las autoridades mexicanas lamentaron hoy que un menor de edad cuya custodia peleaba en tribunales mexicanos su padre español, viudo de su esposa mexicana, fuera sacado del país sin que el juicio haya concluido, informó a Efe la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
El menor, de nombre Pau, hijo de Rafael Uriol, un empleado postal residente en la población barcelonesa de Riells i Viabrea, fue sacado de México por su progenitor "antes de concluir el procedimiento judicial de restitución", lo que para la Cancillería "constituye una sustracción ilícita" del pequeño.
Según fuentes diplomáticas españolas, el pasado 12 de febrero el padre no se presentó a una audiencia en tribunales del Estado de México, y posteriormente supieron por los abogados que el progenitor y su hijo habían abandonado México.
Un diario catalán que ha seguido el caso sostiene que la partida de Pau y su padre ocurrió por tierra, por el sur de México, vía Guatemala, y que desde ese país ambos volaron a Panamá para viajar finalmente a España.
"Dicha conducta no sólo tiene consecuencias de orden legal en su propio perjuicio, sino que sienta un antecedente negativo para el desahogo de los casos de restitución en México", dijeron hoy a Efe fuentes de la SRE.
En octubre de 2007 Uriol viajó a México con su esposa mexicana enferma y su hijo Pau, pero regresó a España en enero de 2008 para continuar trabajando mientras ella seguía un tratamiento por cáncer en el país latinoamericano.
Ella murió el 22 de agosto de 2008 y entonces su familia política mexicana se quedó con Pau en Tlanepantla, población del Estado de México, y negó al padre el derecho a ver a su hijo hasta el 3 de septiembre de 2009, cuando comenzó el juicio.
A partir de esa fecha el menor estaba en un centro de acogida de Toluca, la capital del Estado de México, y a partir del 21 de diciembre se permitía que ambos estuvieran juntos en un apartamento de alquiler.
Uriol explicó a Efe en noviembre pasado en la capital mexicana que su hijo tenía "muchas ganas de regresar a España" .
"Tengo la custodia, soy el padre", señaló entonces, y agradeció el "apoyo moral" y "las gestiones" que le estaba brindando la diplomacia española.
Para la Cancillería de México "el hecho de que se haya sustraído al menor al margen de la ley ha generado una gran desconfianza entre los jueces con relación a casos similares".
Las fuentes mexicanas señalan que ello perjudica "a otros padres que tratan de tener acceso a sus hijos a través del procedimiento legal de restitución de menores".
La cónsul adjunta de España en México, Pilar Terrén, quien ha manejado directamente este caso durante meses, explicó que a Efe que estaba sorprendida del desenlace y que el padre se fue "por decisión propia".
"Nosotros no sabíamos que se iba", señaló la diplomática, quien desde el hecho no ha hablado con Rafael Uriol.
Terrén señaló que las autoridades españolas que siguieron el caso defienden "absolutamente la legalidad internacional, el cumplimiento del Convenio de la Haya (sobre los Aspectos Civiles de la Sustracción de Menores, de 1980, suscrito tanto por México como por España) y el procedimiento judicial, que ojalá se hubiera llevado hasta sus últimas consecuencias".
Este tratado internacional recomienda que los juicios de estos casos se realicen en el país que sea residencia habitual del menor, y establace como plazo ideal de restituición de un menor sustraído por un pariente o progenitor seis semanas, algo que raramente se cumple.
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