La localidad de Alacón en Teruel se imaginaban que en cuanto se permitiera la libre circulación podía haber casos de coronavirus en el pueblo. Lo que no se esperaban es que fuera tan pronto. Ahora los poco más de 200 habitantes viven con miedo y preocupación a salir de casa desde que se conociera un brote que de momento afecta a ocho personas de una misma familia, residentes en dos viviendas diferentes. En principio este brote parece controlado, desde que estos vecinos alertaran al centro de salud de la cercana localidad de Muniesa que les corresponde y donde comunicaron sus síntomas compatibles con la covid-19 y tras realizarles el test dieran positivo. Días antes les había visitado un familiar desde Lleida, donde hay uno de los brotes que más preocupa en estos momentos, junto al de A Mariña en Lugo. "No hemos tenido ningún problema en los peores momentos de la pandemia y ahora sucede esto", lamenta su alcalde tras recordar una de las cosas más comentadas en la localidad durante la pandemia: "Cuando vengan los de las grandes ciudades nos pillará a los pueblos... y nos ha pillado a nosotros".
Ricardo Alquézar explica a La Información que casi todos los afectados son asintomáticos y que se han tomado las medidas de aislamiento necesarias para atajarlo "y las cumplen sin salir de casa". Los que tampoco salen son el resto de habitantes, "en invierno ciento y muy pocos" pero que ahora alcanzan los 250 vecinos tras la llegada de varios vecinos. "El primer fin de semana hubo mucho movimiento", recuerda Alquézar.
En esta pequeña localidad de la comarca Andorra-Sierra de Arcos se están haciendo pruebas PCR a los contactos cercanos de los contagiados, y también a los once participantes del taller de empleo, de los que siete han dado negativo, tres positivos -de la misma familia- y falta uno por confirmar. Con este rebrote el único bar de la localidad que está abierto y que es municipal "ha decidido cerrar 15 días porque no entraba nadie". Sí sigue abierta la tienda de alimentación.
Según relata Alquézar, el contagio se originó hace unos diez días, cuando un familiar de Lleida, provincia especialmente afectada por los rebrotes y donde una comarca está confinada totalmente, viajó a Alacón a visitar a sus parientes. A los dos o tres días, algunos de los miembros de esta familia mostraron síntomas leves, y se activó el protocolo que ha permitido detectar este brote, y aislarlo.
El alcalde ha explicado que aunque desde el inicio de la pandemia se ha desinfectado exhaustivamente el pueblo, especialmente en los lugares más concurridos, como el bar o la tienda, ahora esa limpieza se realiza todos los días. La gente en el pueblo "están preocupados por si se contagia y tienen miedo a salir y está a la espera de que todo pase" dice el alcalde, quien no rechaza que las personas que tienen en él una segunda residencia vayan, pero siempre que prime la responsabilidad individual, se guarden las distancias y se utilicen las mascarillas de seguridad, porque "sabe malo" que la gente no se comporte así después de tres meses en los que los habitantes del pueblo sí que han hecho los deberes.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios