Miguel Ríos y María Adánez ponen voz a la campaña "Mi cuerpo, mis derechos"

Madrid, 9 mar.- El cantante Miguel Ríos y la actriz María Adánez han puesto voz a la campaña "Mi cuerpo, mis derechos", con la que Amnistía Internacional quiere explicar que todas las personas tiene derecho a decidir sobre su cuerpo, su salud, su vida sexual y su identidad de género.

En un acto lúdico celebrado en el parque madrileño de El Retiro, Ríos y Adánez han leído un manifiesto que recuerda la obligación de los Estados de garantizar que estos derechos se protejan y denuncia algunos de los incumplimientos.

Respecto a la reforma del aborto, Miguel Ríos ha opinado que se trata de "una regresión sin paliativos", en lugar de avanzar "para que los ciudadanos sean más felices, más libres y dueños de su destino".

"El aborto no es obligatorio, estamos hablando de libertades y no de tutelajes; hay una serie de acciones que el ser humano debe ser responsable y si no pagar las consecuencias de sus actos", ha asegurado el cantante, quien ha confesado que no confía en que el Gobierno vaya a escucharle.

Sin embargo, cree que el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, "que tiene un marrón", debe hacer caso "a la gente que está saliendo a la calle".

"Es la única forma de parar esto, si los ciudadanos tomamos el empoderamiento de nuestro futuro, seremos nosotros los que digamos que eso no", ha dicho Ríos, quien ha lamentado que por una "cabezonería y por no enmendar un error" no den un paso atrás en la reforma del aborto, "que sólo está sirviendo a una elite, la Conferencia Episcopal".

La actriz María Adánez ha defendido su derecho a decidir sobre su cuerpo "y a que ninguna institución o religión decida sobre mi maternidad" y ha reclamado mayor información para los jóvenes.

"Hago un llamamiento a los jóvenes, que salgan a la calle, que tomen conciencia, que luchen, que voten, que no todo vale ni todo está bien y que es preocupante lo que está pasando", ha señalado la actriz.

A través de esta campaña Amnistía Internacional está recogiendo firmas para un "petición global" a los líderes mundiales, con representación permanente ante Naciones Unidas, para que hagan realidad los derechos sexuales y reproductivos para todas las personas y aborden la discriminación que perpetúa la violación de estos derechos.

Por ejemplo, en Marruecos Amina Filali, de 16 años, se envenenó porque le obligaron a casarse con su violador o en El Salvador el aborto es ilegal incluso en caso de violación o de riesgo para la vida de la embarazada.