Londres.- La invasión israelí de la franja de Gaza y la represión de la oposición en Irán ilustran en el año 2009, "el estado de perpetua inseguridad en que vivían millones de personas en Oriente Medio y norte de Africa", según el informe de AI sobre el estado de los derechos humanos que se presenta hoy en Londres.
El informe señala que pese a los esfuerzos del nuevo gobierno estadounidense por impulsar la reanudación del proceso de paz en Oriente Medio, la división entre israelíes y palestinos se acentuó todavía más en 2009 no sólo por las muertes y destrucción causadas en Gaza durante la operación israelí "Plomo Fundido", sino también por los efectos del bloqueo absoluto que Israel impone a la Franja desde junio de 2007.
Para AI, en Irak la gran víctima del conflicto fue la población civil, aunque el número de homicidios disminuyó respecto años anteriores.
En Yemen, cerca de 200.000 civiles al final de 2009 se vieron desplazados de sus hogares, y un número desconocido resultaron muertos al reanudarse los combates entre las fuerzas gubernamentales y los seguidores de un líder religioso chií asesinado en 2004.
La situación de inseguridad política también se puso de manifiesto en una actitud constante de intolerancia por parte de los gobiernos hasta la más pacífica de las críticas u opiniones discrepantes, destaca el informe.
Los gobiernos autoritarios de Libia, Araba Saudí y Siria no dejaron prácticamente ningún espacio para la libertad de expresión.
"En Egipto se confirmaron las condenas de prisión impuestas a varios dirigentes de los Hermanos Musulmanes y persistieron el acoso y la detención de miembros y simpatizantes de la organización", añade AI.
En Cisjordania la ANP, gobernada por Fatah, reprimió con dureza a los simpatizantes de Hamás y en Gaza Hamás a los de Fatah y en ambas zonas de sometió a tortura y malos tratos a los detenidos.
El informe dice que las autoridades marroquíes se mostraban menos tolerantes con quienes defendían la independencia del Sahara Occidental y en noviembre expulsaron sumariamente a Aminetu Haidar a las islas Canarias (España) argumentado que ella misma había renunciado a la nacionalidad y sólo dieron marcha atrás y le permitieron regresar a El Aaiún cuando se intensificó la presión internacional.
Asimismo en la mayoría de los países de la región se ejercía un estrecho control sobre los medios de comunicación, y en Egipto y Siria, las autoridades detuvieron y condenaron a autores de blogs por sus escritos.
En Irán estas medidas se radicalizaron en los meses que sucedieron a las elecciones presidenciales de junio y se cortaron las comunicaciones telefónicas y por Internet en un intento de impedir que se supiera la verdad.
Los principales Estado ejecutores de la pena de muerte fueron Irán, Irak y Arabia Saudí. En cambio, Argelia, Líbano, Marruecos y Túnez aunque siguieron dictando sentencias de muerte, mantuvieron la suspensión de las ejecuciones en la práctica.
En toda la región, mujeres y niñas seguían siendo objeto de discriminación, tanto en la legislación como en otros ámbitos, aunque hubo ligeros avances en Kuwait, Arabia Saudí y Yemen, concluye el informe.
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