MSF: "Hay crisis preferidas por razones políticas y otras que no existen"

  • A pesar de las redes sociales e Internet, el interés por las crisis humanitarias es "muy corto y selectivo", con "crisis preferidas por razones políticas" y otras que parecen no existir, como en Congo, República Centroafricana o Colombia, explica a EFE el presidente en España de Médicos Sin Fronteras, José Antonio Bastos.

Valladolid, 13 oct.- A pesar de las redes sociales e Internet, el interés por las crisis humanitarias es "muy corto y selectivo", con "crisis preferidas por razones políticas" y otras que parecen no existir, como en Congo, República Centroafricana o Colombia, explica a EFE el presidente en España de Médicos Sin Fronteras, José Antonio Bastos.

Con motivo del 40 aniversario de esta organización no gubernamental, Bastos participa esta tarde en Valladolid en "un acto de agradecimiento" tanto a los voluntarios como a los socios -565.000 en España y cinco millones en todo el mundo- que con sus aportaciones, que se mantienen a pesar de la crisis, permiten a Médicos sin Fronteras (MSF) ir a donde se les necesita, "sin tener que pedir permiso ni aceptar condiciones de nadie".

Nada ha cambiado MSF en estos cuarenta años en cuanto a su "espíritu inquieto, comprometido y muy apasionado", aunque si ha evolucionado enormemente en su tamaño, en su reconocimiento público y de instituciones oficiales, en su capacidad enorme para generar ayuda, acompañado de los avances médicos y tecnológicos, relata Bastos.

No se escapa MSF de la crisis global, que nota especialmente en la financiación institucional, recortada en los últimos dos o tres años, e indispensable para mantener logros como los obtenidos en la lucha contra el sida, aunque insiste en esa solidaridad privada, en ese "millón de pastillas para el dolor" que se agotaron en las primeras tres semanas, en una operación de ayuda que volverán a poner en marcha.

El presidente de Médicos sin Fronteras en España dirige precisamente sus expectativas a corto plazo a que se cumplan los compromisos institucionales para ayuda humanitaria y que se "materialice a pesar de la crisis", para no dar pasos atrás.

A pesar de los avances en estos cuarenta años, José Antonio Bastos sostiene que "el sistema global de respuesta a las crisis humanitarias no está a la altura que debiera estar", y se refiere al caso de Haití, con necesidades sin cubrir y promesas sin cumplir.

"En los 70, cuando nace MSF, la preocupación humanitaria es anecdótica", hasta los 90 no se crean las primeras oficinas humanitarias de la ONU, la de la UE lo hace en 1992, y se pasa a que lo humanitario se convierte en "muy atractivo" para las instituciones y los políticos, recuerda Bastos.

Nos encontramos con que "es más atractivo dar repuesta a las crisis que prevenirlas" por parte de las instituciones y políticos, plantea el presidente del MSF, quien recalca que "es más fácil dar ayuda que hacer inversiones largas y silenciosas o negociaciones por la paz y el desarrollo económico".

Lo humanitario ha abierto "la puerta a la excusa fácil" para las grandes instituciones, explica el responsable de la ONG, quien además denuncia cómo la ayuda humanitaria se ha convertido en "un instrumento de preferencia para los políticos y estrategias militares", lo que ha calificado de "grave".

"La asignación de la ayuda humanitaria debería ser proporcional a las necesidades pero vemos que no es así y que muchas instituciones lo hacen por preferencias políticas", con lo que "se está sustrayendo ayuda humanitaria por fines políticos para los que lo necesitan", lo que a su juicio "es criminal".

Con esta "politización y militarización de la ayuda humanitaria", organizaciones como MSF o la propia Cruz Roja se enfrentan a otro problema, el de la "apropiación de los militares de la ayuda humanitaria", a la ayuda humanitaria como estrategia militar, que luego merma la confianza que tiene la población civil en las organizaciones de acción humanitaria civiles e independientes.

"La palabra humanismo se usa para todo y nos lo pone muy difícil", reflexiona Bastos, quien reclama que se llamen las cosas por su nombre, que esas actuaciones se reconozcan como "acción militar de ayuda a la protección civil".

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