Ankara, 30 oct.- El sargento turco que resultó herido el miércoles en un atentado en Diyarbakir, la mayor ciudad del sureste del país eurasiático, murió hoy por la gravedad de sus heridas, informó la cadena CNNTürk.
El suboficial recibió varios disparos en la cabeza en un céntrico mercado de esa ciudad de mayoría kurda cuando estaba fuera de servicio y de compras con su mujer.
Tras ser ingresado en un hospital en estado crítico el militar murió esta madrugada, mientras que la policía y unidades de operaciones especiales han desplegado una amplia operación para atrapar a los responsables.
El atentado, perpetrado por individuos enmascarados que se dieron a la fuga, guarda similitud con el ocurrido el pasado sábado en otra localidad del sureste turco, cuando tres gendarmes murieron tras recibir disparos a corta distancia en la cabeza.
El Estado Mayor del Ejército turco aseguró ayer en una nota que los responsables del ataque contra los gendarmes son dos miembros del grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado terrorista por Ankara, EE. UU. y la Unión Europea (UE).
Sin embargo, esa guerrilla ha negado cualquier responsabilidad en ese atentado, según un comunicado difundido el martes por la agencia prokurda Firat.
"Nuestras unidades organizadas no están involucradas en este incidente, que seguimos investigando por nuestra parte", afirma la nota del PKK
El proceso de paz entre el PKK y el Gobierno, iniciado hace casi dos años, está al borde de la ruptura desde que el asedio del grupo yihadista Estado Islámico (EI) a la ciudad sirio-kurda de Kobani pusiera en evidencia las profundas diferencias entre Ankara y los movimientos kurdos.
La milicia laica que lucha contra el EI en Kobani es próxima al PKK, y el Gobierno turco se ha negado a prestarle apoyo al calificarla como terrorista y equipararla a los yihadistas.
Con los recientes bombardeos turcos contra posiciones del PKK y la muerte de tres guerrilleros kurdos durante un ataque el jueves pasado, así como el asesinato de cuatro militares y un miliciano progubernamental kurdo en la última semana, el alto el fuego en vigor desde marzo de 2013 parece quedar en papel mojado.
El partido HDP, la principal fuerza política de los kurdos en Turquía, condenó el atentado diciendo que "este tipo de ataques son totalmente inaceptables" y llamó a mantener el proceso de paz.
El PKK inició su actividad armada en 1984 para reclamar más derechos para los alrededor de 12 millones de kurdos en Turquía, y desde entonces han muerto más de 45.000 personas en atentados y enfrentamientos entre guerrilleros y las fuerzas de seguridad.
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