Una semanas después de ser liberada de sus trabajos de esclavitud en Sri Lanka, la elefanta Tikiri ha fallecido a sus 70 años. Fue explotada en la celebración budista de Perahera, donde soportaba desfiles disfrazada que acababan de madrugada durante 10 días consecutivos. Sus imágenes, desnutrida y colapsando en el suelo, se hicieron virales.
"Tikiri ha muerto esta tarde. Siento pena y alivio al mismo tiempo. Pensar en ella me trae mucho dolor al corazón. Su vida fue un servicio difícil, no la libertad (…). El día que conocí a Tikiri, sus ojos se encontraron con los míos, diciéndome todo lo que necesitaba saber. Su sufrimiento ha terminado. Su alma es ahora libre. Ya nadie le puede hacer daño. DEP Tikiri. Nunca mires atrás hacia este mundo tan cruel contigo y con los de tu especie”, ha señalado en Facebook un portavoz de la organización ‘Save Elephant Foundation’.
Esta fundación fue la encargada de dar a conocer al mundo la situación crítica de Tikiri y de otros animales de su especie, provocando su difusión en todos los medios.
“Por favor rezad por ella. Trabajar y caminar es demasiado duro. El día que la conocimos su veterinario dijo que estaba bien para caminar. Algunas personas están ciegas y no les importan los demás. Mirad a este pobre animal abatido. No podemos silenciarlo”, habían señalado en una publicación anterior.
Tikiri era uno de los 60 elefantes que tenía que trabajar en el festival de Perahera. Una petición de ‘Change.org’ sumó más de 70.000 firmas para liberarla, pero tras conseguirlo apenas pudo disfrutar de días sin sufrimiento.
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