Mueren 3 mujeres de la minoría rohingya en choques con la Policía birmana

  • Al menos tres mujeres de la minoría musulmana rohingya murieron en Birmania por disparos de la Policía en un enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad y esta comunidad apátrida en el oeste del país, informaron hoy medios locales.

Bangkok, 5 jun.- Al menos tres mujeres de la minoría musulmana rohingya murieron en Birmania por disparos de la Policía en un enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad y esta comunidad apátrida en el oeste del país, informaron hoy medios locales.

Los disturbios ocurrieron ayer en la localidad de Parein, en el Estado de Rakhine, cuando la Policía intentaba evacuar a un grupo de rohingya de la zona en la que viven desde que sus hogares fueron quemados el año pasado en un brote de violencia sectaria entre este colectivo y la mayoría budista, según el portal The Irrawaddy.

El portal Rohingya Blogger, que informa sobre esta minoría, elevó la cifra de mujeres muertas a cuatro, una de ellas de 20 años y embarazada, y añadió que otros cinco resultaron heridos de gravedad.

Según este medio, los disturbios ocurrieron cuando los refugiados intentaron impedir que la Policía, con la ayuda de rohingya de una población vecina, descargara de un barco madera para la construcción de unos refugios temporales que los desplazados rechazan.

Varios centenares de personas han muerto en Rakhine a causa de la violencia entre budistas y musulmanes que comenzó en junio de 2012, a raíz de la violación de una joven budista por tres musulmanes, según la versión oficial, y rebrotó en octubre.

En total, unas 120.000 personas, en su mayoría rohingya, han sido desplazadas a campamentos de refugiados tras los disturbios en los que unas 8.614 viviendas fueron destruidas.

Unos 800.000 rohingya viven en Birmania, principalmente en el Estado Rakhine, aunque las autoridades del país les niegan la ciudadanía porque los consideran inmigrantes ilegales bengalíes.

Esta comunidad, considerada apátrida y una de las más perseguidas del mundo según la ONU, también es rechazada en la vecina Bangladesh, donde unos 300.000 malviven en campos de refugiados.

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