Panamá, 19 ago.- La muerte entre junio y julio pasados de nueve recién nacidos en el principal hospital del Seguro Social de Panamá se debió a una "intoxicación aguda" con alcohol bencílico, el componente de un medicamento suministrado a los bebés, informaron hoy el organismo forense y autoridades médicas panameñas.
El director del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, Humberto Más, indicó a los periodistas que los neonatos fallecieron a causa del alcohol bencílico, un conservante presente en el medicamento conocido como heparina.
El directivo resaltó que será el Ministerio Público (MP-Fiscalía) de Panamá el que determinará si en el caso de los neonatos se incurrió en algún hecho punible.
Más explicó que el alcohol bencílico fue hallado en los metabolitos de los nueve infantes fallecidos, ocho de ellos entre el 12 y 13 de junio pasado apenas horas después de nacidos y el noveno en julio, así como también en otros bebés sobrevivientes.
El funcionario ofreció sus declaraciones después de reunirse con los familiares de los bebés fallecidos para darles a conocer los resultados de la investigación del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
En ese encuentro también participaron la procuradora general (fiscal general) de la Nación, Ana Belfon, y miembros de la junta médica que se conformó para investigar la muerte de los neonatos.
Más precisó que los familiares quedaron conformes con las explicaciones "científicas" que se les presentaron, aunque se advirtió que quedan otros elementos que le tocará investigar al MP.
Sin embargo, puntualizó que no puede hablarse de una "sobredosis" de heparina, porque médicamente no es usual que se presente esa situación.
Para el momento del suceso no existía en Panamá una prohibición del uso de heparina sino una advertencia internacional, pero tras la muerte de los pequeños las autoridades sanitarias decidieron que el medicamento no será utilizado más en las prácticas médicas.
Con la muerte de los nueve neonatos "Panamá ha sido la escuela de un procedimiento que no tiene mayores estudios (en el mundo), más que dos casos (similares) que se registraron en Estados Unidos en 1982, en donde no hubo necropcia sino un hallazgo toxicológico", añadió.
A mediados de junio, el Ministerio de Salud (Minsa) y la Caja de Seguro Social (CSS) de Panamá informaron de la muerte de ocho neonatos e inicialmente descartaron que se hubieran producido por algún tipo de infección nosocomial.
A la investigación del caso se unió, por pedido del Gobierno panameño, la Organización Panamericana de Salud (OPS), el Instituto Conmemorativo Gorgas y expertos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) de Atlanta, Estados Unidos.
El ministro de Salud de Panamá, Javier Díaz, ha descartado un error humano en el caso de los neonatos, mientras que la prensa local especuló que las muertes estarían relacionadas con la presencia del alcohol bencílico.
"Los ocho bebés fallecidos presentaron hemorragias y fueron alimentados a través de una sonda o catéter central que suministraba la solución parental, que entre sus ingredientes estaban presentes dos clases de heparina sódica que contienen alcohol bencílico", publicó el pasado 9 de julio el rotativo local La Estrella.
El caso de la muerte de los nueve bebés conmocionó a la sociedad panameña y volvió a poner en el centro del debate al Seguro Social, que a finales de 2006 se vio envuelto en un escándalo por la muerte por envenenamiento de más de dos centenares de personas que utilizaron un jarabe administrado por ese organismo.
Entre 2011 y 2012 otro medio centenar de pacientes de la Caja del Seguro murieron a causa de una bacteria hospitalaria.
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