En A Coruña

La muerte violenta de un joven tiñe de luto la vuelta de la noche gallega

En la otra punta, en Vigo, fue necesario disolver un botellón en la Praza da Estrela, donde se congregaron cientos de personas; y en Compostela la multitud se agolpó en el ensanche, junto a un local.

Una discoteca con medidas de seguridad anti-Covid en Galicia.
Una discoteca con medidas de seguridad anti-Covid en Galicia.
Agencia EFE

La muerte de un joven de 24 años que recibió una paliza en la madrugada de este sábado en las inmediaciones de una discoteca de A Coruña ha teñido de luto el primer fin de semana en Galicia en el que está funcionado de nuevo el ocio nocturno. Esa reyerta, que comenzó en la Avenida de Buenos Aires, en el paseo marítimo, se desencadenó alrededor de las 03:00 horas, cuando un grupo de jóvenes supuestamente comenzó a propinar golpes a la víctima, han informado a Efe fuentes del caso.

Los servicios médicos trataron de reanimar al varón agredido, que presentaba lesiones graves, durante casi dos horas, pero el resultado fue infructuoso. Después se le trasladó en estado crítico al Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC), donde esta mañana confirmaron su fallecimiento. Las primeras informaciones apuntan a que la agresión pudo empezar a raíz de un conflicto con un teléfono móvil. El juzgado de guardia que lleva el caso ha decretado el secreto de sumario. 

En Vigo, en la otra punta, fue necesario disolver un botellón en la Praza da Estrela, donde se congregaron cientos de personas; y en Compostela la multitud se agolpó en el ensanche, junto a un local; mientras que en Pontevedra y Poio, donde estos establecimientos no pueden abrir por los efectos colaterales del megabrote de Mallorca, hubo caceroladas espontáneas por pagar por situaciones que "nada tienen que ver con Galicia".

El registro, con datos de identificación y contacto, es "necesario" para disfrutar de la noche gallega, tal y como figura en el protocolo para la desescalada del ocio nocturno publicado el pasado jueves en la edición bis del Diario Oficial de Galicia (DOG). Nombre, apellidos, teléfono, fecha y hora de acceso; estos son los datos a cumplimentar y que la dirección del establecimiento habrá de custodiar durante 28 días antes de destruirlos.

La mencionada información solamente podrá ser cedida a las autoridades sanitarias en caso de detectarse un brote de Covid-19 y con la "única finalidad de seguimiento de posibles contactos". Los locales deberán además declarar y mantener accesible al público su capacidad máxima, interior y exterior; una señalización que debe figurar también en las estancias interiores (salas diferenciadas y pistas de baile), pues en ellas es igualmente necesario conocer el aforo permitido.

El uso de la mascarilla es la norma, de modo que únicamente puede retirarse en el momento del consumo o para fumar si tal acto se lleva a cabo fuera de los lugares de circulación de viandantes. El personal debe portar el elemento de protección en todo momento a la hora de desarrollar su trabajo y controlar. Si hay espectáculos musicales o de animación, el espacio de seguridad entre escenario y público ha de ser, al menos, de tres metros. El horario de cierre está fijado en las tres de la madrugada, independientemente de la licencia.

Las empresas del sector deben elaborar y aplicar un plan de contingencia y planificar las tareas de tal manera que se garantice la distancia de seguridad requerida. El aforo es del 50% en interiores y del 100% en las terrazas. Galicia es una de las pocas comunidades en las que se permite bailar pero con cubrebocas y guardando la preceptiva separación de metro y medio. Las multas por botellones, que están prohibidos, oscilan entre los 200 y 300 euros.

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