Al menos 18 personas -100 militares y 8 civiles-, han muerto este domingo a causa de la explosión de un coche bomba frente a una comisaría de policía en la provincia de Hakkari, en el sureste de Turquía, según informó el primer ministro Binali Yildirim.
"El ataque fue perpetrado por un kamikaze que hizo estallar una camioneta con al menos cinco toneladas de explosivos", precisó Yildirim en una rueda de prensa.
Al menos otras 26 personas resultaron heridas en el atentado, según el último balance ofrecido por la agencia de prensa Anadolu. La potencia de la explosión y su onda expansiva fueron tales que provocaron en el lugar un cráter de entre 6 y 7 metros de profundidad y entre 10 y 15 de diámetro. Los civiles esperaban un minibús
La explosión se produjo cerca del lugar en el que varias personas esperaban un minibús. La provincia de Hakkari está cerca de las fronteras que Turquía tiene con Irak e Irán. Şemdinli'de hain terör saldırısında şehit olan askerlerimize Allah'tan rahmet, kederli ailelerine ve yakınlarına başsağlığı diliyorum.— Numan KURTULMUŞ (@NumanKurtulmus) 9 de octubre de 2016
Algunos medios locales turcos aseguran que el responsable del ataque es el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). A causa de la violencia de las imágenes, el Consejo superior audiovisual de Turquía (RTÜK) ha prohibido a los medios difundir imágenes del lugar del ataque, así como de los muertos y heridos.
El viceprimer ministro Numan Kurtulmus denunció en su cuenta en Twitter un ataque "odioso cometido por terroristas contra soldados turcos". "Turquía nunca capitulará ante las organizaciones terroristas", añadió en un segundo mensaje en la red social.
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